“No seremos ni de derecha ni de izquierda”, dice líder del Frente Cívico Nacional

Con el compromiso de hacer “cosas distintas”, advierte que se ganarán la confianza de la gente para obtener el registro como partido político

Carlos Tovar / El Sol de México

  · lunes 2 de diciembre de 2024

Guadalupe Acosta Naranjo, líder del Frente Cívico Nacional (FCN), está decidido a transformar la política mexicana con propuestas innovadoras / Foto: Aracely Martínez / Ovaciones

Guadalupe Acosta Naranjo, impulsor de una nueva fuerza política de oposición en México, admite que aún no tiene la “criptonita” para frenar el avance de Morena y sus aliados, pero ofrece hacer “cosas distintas” para ganarse la confianza de los ciudadanos y así dar la pelea en las elecciones de 2027 y 2030.

Entre las primeras señales de ese cambio de actitud, el líder del Frente Cívico Nacional (FCN) plantea que ningún dirigente del futuro partido podrá postularse como candidato; darán la mitad de las candidaturas a jóvenes menores de 35 años y cambiarán el “dedazo” por competencias internas.

Exdirigente nacional del PRD y uno de los principales promotores de las movilizaciones ciudadanas en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) y de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Acosta afirma que el aparato de Estado y las actuales autoridades electorales tratarán de obstaculizar su registro, pero “no nos lo van a dar, nos lo vamos a ganar”.

De 60 años, 42 de los cuales los ha pasado en la lucha sindical y política, Acosta Naranjo dijo a El Sol de México que hay altas probabilidades de que la excandidata presidencial Xóchitl Gálvez se sume a la nueva fuerza; adelanta que el partido no será ni de izquierda ni de derecha, sino que se guiará por causas, y confía en hacer un bloque de contención con PRI, PAN y MC. “Si vamos juntos está difícil, pero si vamos separados está de la chingada”, subraya.

—La mayoría de las encuestas muestran que los partidos políticos tienen bajos niveles de aceptación, ¿cómo explicarle en este momento a la gente la necesidad de crear uno nuevo?

—Tiene usted toda la razón, los partidos políticos en México y en el mundo ahora son organismos que generan muchísima desconfianza entre la ciudadanía. Pero la realidad es que donde no hay sistema de partidos políticos, pues hay monarquías, gobiernos teológicos, dictaduras o regímenes de partidos de Estado. El problema no es el sistema el sistema de partidos, sino la falta de partidos democráticos. Las dirigencias partidarias se han alejado de militancias y de la ciudadanía, por eso tienen un gran rechazo de segmentos amplios de la sociedad. Necesitamos hacer partidos democráticos que sustituyan las decisiones de personalidades carismáticas que no tienen ningún juego democrático. La tarea es reformar a estos partidos políticos y no irnos por la vía de los mesías o de liderazgos carismáticos sin ningún contrapeso. Ve lo que nos está pasando en México.

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—¿Qué propondrá el nuevo partido para recobrar esa confianza ciudadana?

—Nosotros proponemos que los dirigentes del partido no puedan ser candidatos a nada. Si eres dirigente del partido tanto a nivel nacional, estatal o municipal, no puedes ser candidato. Porque lo que sucede ahora es que las burocracias de los partidos se ponen en los primeros lugares de las listas de representación proporcional, por encima de cualquier otro interés. La segunda regla es que los candidatos no los pongan los dirigentes, sino que los candidatos salgan de elecciones primarias, donde sean los ciudadanos quienes elijan quienes son los mejores y las mejores candidatas. En la nueva fuerza política queremos quitarle poder a las direcciones y a las burocracias y darle el poder a los militantes y a los ciudadanos.

Foto: Aracely Martínez / Ovaciones

—¿Podría decirme tres banderas que va a enarbolar el nuevo partido?

—La primera cosa que hay que decir es que este partido no tendrá una definición ideológica fija. No seremos ni de derecha ni de izquierda. El nuestro será un partido de causas y de valores. O sea que aquí podrá haber gente de centro democrático, de derecha democrática y de izquierda democrática. Una de nuestras principales propuestas es la recuperación de la República; estamos viendo una destrucción acelerada de instituciones que el país tardó mucho en construir, que en muchos casos fueron producto de luchas muy largas y difíciles: la división de Poderes, la vigilancia de órganos autónomos sobre los excesos del Poder Ejecutivo, tener un Congreso que tuviera una mejor representación del electorado.

—¿Cuáles otras?

—Necesitamos un crecimiento económico mucho más importante y sostenido en el país. Durante todo el último sexenio no llegamos ni siquiera al uno por ciento, muy por debajo del crecimiento poblacional. Eso significa que cada vez tenemos más mexicanos con menos riqueza y termina habiendo una socialización de la pobreza, ni siquiera basta la entrega de programas sociales para poder reponer. Necesitamos una política económica que nos dé crecimiento, que me dé mejores salarios. Y tenemos que buscar cómo resolvemos dos grandes problemas, salud y educación.

Convocatoria abierta

El pasado 23 de noviembre, después de una serie de foros regionales, el FCN anunció la decisión de formar un nuevo partido y aprovechar en enero próximo la convocatoria que cada seis años lanza la autoridad electoral.

En la conformación de la nueva fuerza política participan figuras como la excandidata presidencial Cecilia Soto; el exdirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, y el exsenador Emilio Álvarez Icaza. Durante el anuncio de lanzamiento estuvieron presentes intelectuales como Federico Reyes Heroles, José Antonio Crespo y Macario Schettino.

Previo a la entrevista con Acosta Naranjo, por las oficinas del FCN se vio pasar al exsecretario ejecutivo del INE, Edmundo Jacobo, y al exconsejero electoral Marco Antonio Baños. También han estado en pláticas con con los expriistas Ildefonso Guajardo y Enrique de la Madrid.

—¿Xochitl Gálvez sí se suma?

—Estamos en diálogo con ella, hemos tenido ya dos pláticas…

—¿Pero hay posibilidades?

—Sí, sí existe esa posibilidad. Hay distintas opiniones, pero la mía es que debemos buscar la más amplia unidad e inclusión, tanto de Xóchitl como de muchos más. No somos suficientes. Lo que tenemos adelante es un enorme aparato de poder.

—Los que salieron peleados con Alito en el PRI, los que salieron peleados con Marko Cortés en el PAN, ¿también los van a recibir?

—A ver, si vienen a decirme qué me toca, no tienen cabida. Si están de acuerdo en que los dirigentes no son candidatos a nada, ¡órale, pásale! ¿Ah, quieres ser candidato? No vengas conmigo, gánatelo en tu territorio. Debemos tener reglas nuevas: el partido como instrumento de la sociedad, no un partido que sea en beneficio para los miembros del partido por encima de cualquier otra consideración.

—El INE al que van a pedirle el registro no es el mismo que había hace algunos meses, ahora parece más cooptado. ¿No temen que los obstaculicen?

—Sí. Pero no sólo el INE, también el gobierno. Sí, claro que sí. Y yo les digo a mis compañeros, eso de que en el gobierno no nos quieran y en el INE no nos quieran me da timbre de orgullo. Sé que va a haber obstáculos, pero no estoy esperando que me regalen el partido, nos vamos a ganar el registro. Y tenemos que sacarlo al doble. Si nos pide la ley 260 mil afiliados hay que tener más de medio millón. Si nos piden 300 personas por asamblea distrital, hay que tener 600.

Foto: Aracely Martínez / Ovaciones

—¿Y si hay capacidad para eso?

—Claro que sí. Vamos a hacer dos partidos en uno para poder vencer los obstáculos.

—Morena cumplió 10 años de haber obtenido su registro como partido, y hasta ahorita no se ha encontrado la “criptonita” para vencerlo. ¿Ustedes ya tienen la fórmula?

—No, no la tenemos, pero lo que sí sabemos es lo que ya no hay que hacer. Los errores que hemos cometido pensamos no volverlos a cometer: alejarnos de las causas, alejarnos de los ciudadanos, privilegiar las burocracias y no tener un real respeto a los métodos democráticos. Ahora tenemos que construir algo aprendiendo de esto que nos ha pasado y tratando de construir una estructura que no tuvimos para poder enfrentarlos y derrotarlos. Se puede decir si cayó el PRI ¿por qué no caerán estos?

—¿Cuál es la meta para 2027?

—Nosotros aspiramos a que en nuestra primera participación tengamos dos dígitos, pasemos del 10% de la votación e ir a pelear la presidencia en 2030.

—¿Quitarle la mayoría calificada a Morena y aliados?

—Quitarles la mayoría en la Cámara de Diputados, que ya no es un Poder Legislativo, ahora es un horno de microondas grandotote donde se meten las iniciativas y en minutos salen hechas las leyes.

—¿Cuál es el llamado al resto de los partidos de oposición?

—El interés de que le vaya bien a un solo partido no debe estar por encima de que le vaya bien al país. Si tú pones por delante al partido que al país estamos en la ruta equivocada. Mala consejera es la soberbia. Hay que reconocer que nos necesitamos mucho y que estando juntos está difícil, pero separados está de la chingada.

A Guadalupe Acosta Naranjo se le solicitó que, en pocas palabras, dirigiera un mensaje a aquellos sectores de la población que el nuevo partido pretende convocar:

Foto: Aracely Martínez / Ovaciones

—A las mujeres…

Las mujeres son sin duda el segmento que más ha evolucionado en los últimos años. Vamos a ponerle mucha atención a las mujeres campesinas e indígenas, que son las que más sufren. A esas mujeres no ha llegado la paridad, a las que siguen cargando el agua en sus pueblos para llevarlos durante kilómetros, las que siguen cocinando en hornillas, las que no tienen pavimento ni tienen un cine donde irse un domingo a una plaza comercial. Ellas son olvidadas entre las olvidadas.

—A los jóvenes…

—Que vengan y tomen este partido, Aquí va a haber muchas candidaturas para jóvenes menores de 35, tanto de mayoría como de representación proporcional. Éste tiene que ser un partido donde los líderes no sean candidatos, donde los candidatos lo ponga la gente, y donde los espacios sean para jóvenes, mujeres y causas sociales.

—A la comunidad LGBT…

—Sin duda, es otro de los sectores que han avanzado mucho. Los derechos y los logros que ya están en la Constitución deben de conservarse.

—A las clases medias:

—Las clases medias son las que salieron a marchar, junto con nosotros en la defensa del INE, de la Constitución, de la Suprema Corte. La Marea Rosa es un movimiento que tiene múltiples orígenes, pero son esas clases medias las que tienen un mejor aprecio por la democracia, por el Estado de derecho, por el respeto a las libertades. A esas clases medias las vamos a atender muy bien, porque nosotros sí somos aspiracionistas, yo sí quiero que mi hijo tenga dos pares de zapatos, yo sí quiero que mi hijo sepa hablar inglés, yo sí quiero que sepa de computación, yo sí quiero que sea una persona que aspire a progresar, a tener su vivienda propia, a tener su propio negocio.

—A los migrantes…

—Esa es la parte que más me preocupa de las amenazas de Trump. Hay gente que dice “que no se le toque nada al tratado comercial con Estados Unidos y Canadá”. No, no, sí que se le toque. ¿Por qué? Porque el gran ausente de este acuerdo, a diferencia de los que se hicieron en Europa, fue que se resolvió el problema de los trabajadores que podían pasar de un país a otro con plenos derechos a trabajar. Aquí lo que andan buscando es un muro o una policía que no permita que los migrantes pasen, solamente hay acceso a las mercancías. Un tratado que sólo mira a mercancías y no mira a los seres humanos, es un tratado trunco.

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—A los pobres…

—Esa es una de las grandes razones por las que Andrés Manuel tuvo éxito y tenía razón. Es cierto que “por el bien de todos deben estar primero los pobres” y la clase política se fue olvidando de eso. Lo que Andrés hace está bien, pero no es suficiente. Hay que ayudar, sí, pero lo principal es formar nuevas capacidades para que haya movilidad social. No mantener a los pobres para tener una clientela electoral para ti. Yo prefiero que creemos métodos de infraestructura, de educación, de apoyo, para que generen su propia movilidad y asciendan.