Los gobernadores de Acción Nacional (GOAN) acusaron que la presunta austeridad de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) descuidó la capacidad de almacenamiento de gas natural que le permitía contar con reservas a México, con energía en caso de suspensión de importaciones, por lo que consideraron que los ocho apagones son una señal de “alerta” para iniciar la transición energética.

A través de un posicionamiento acusaron que los apagones de la semana pasada afectaron a 19 millones de mexicanos ponen en riesgo las inversiones privadas en el sector y propusieron siete medidas para dejar de apostar a combustibles fósiles altamente contaminantes. “Urge la diversificación de las fuentes de energía”, demandaron. “No podemos apagar la energía” en México, reiteraron.

Desde el primer apagón registrado en la península de Yucatán el 8 de marzo del 2020, han ocurrido ocho que impactan actividades económicas que “no estaban funcionando o no lo hacen a plena capacidad”.

Afirmaron que el modelo energético nacional, incluyendo el eléctrico, “debe garantizar la sostenibilidad del crecimiento y la protección del medio ambiente. Adicionalmente, no debemos olvidar el grave daño humano que se provoca”.

Los apagones del lunes pasado afectaron a 18.8 millones de mexicanos y “preocupa, además, la excesiva dependencia hacia el exterior en materia de insumos, particularmente gas natural. La enorme dependencia a las exportaciones de Estados Unidos nos ha mostrado nuestra vulnerabilidad”.

Indicaron que la política nacional de los últimos dos años se ha conjugado con una doble realidad: por un lado, las importaciones desde Estados Unidos han aumentado en 28 por ciento en los últimos dos años, según la Agencia de Información Energética, y por otro, el precio del gas natural habría crecido en 800 por ciento, en las últimas semanas, según cifras de la CFE.

Señalaron que “por una presunta austeridad, la CFE descuidó su capacidad de almacenamiento de gas natural que le permitía contar con reservas en caso de suspensión de importaciones. Los cambios continuos en las reglas del juego ponen en riesgo las inversiones privadas en el sector, pero también disminuyen la confianza de la que México ha gozado por años”.

Pidieron al presidente Andrés Manuel López Obrador “detener la marcha en sentido contrario a lo que ocurre en todo el mundo. Dejemos de aposar por combustibles fósiles altamente contaminantes como el diesel y el combustóleo, en lugar de opciones más amigables con el medio ambiente, como la energía solar, eólica y de gas natural”.

Consideraron que el país debe honrar sus compromisos internacionales e impulsar la transición energética con una política pública integral: regulatoria, económica, ambiental, social e institucional. “Al pretender alterar las reglas del juego, ponemos en riesgo las inversiones ya existentes y cancelamos proyectos futuros. Menos inversiones son menos empleos”.

Insistieron que es preciso generar un acuerdo que permita contar con inversiones públicas y privadas suficientes para apalancar el crecimiento de la economía nacional.