El 2017 se convirtió en el año más violento en México en los últimos 20 años, con 23 mil 101 homicidios de enero a noviembre, según cifras oficiales difundidas este viernes.
La cifra es la más alta que las autoridades registran desde que realizan estas estadísticas hace 20 años. El número de homicidios se incrementó notablemente desde que a finales 2006 el gobierno lanzó una controvertida ofensiva militar en contra del crimen organizado.
Los homicidios entre enero y noviembre de este año, ya superaron el récord de 22 mil 409 asesinatos dolosos que se registró en todo 2011.
Solo en noviembre se reportaron 2 mil 212 asesinatos, mientras que en octubre se alcanzó una cifra récord con 2 mil 380 homicidios, convirtiéndose hasta ese momento en el mes más violento desde que se llevan registros.
En 2006, el gobierno del entonces presidente Felipe Calderón (2006-2012) lanzó una ofensiva militar contra el narcotráfico que detonó la violencia en varias partes del país.
Este año, varios estados se vieron sacudidos por diversos enfrentamientos y asesinatos, incluyendo regiones que no habían sido golpeadas por la ola violenta como el popular balneario de Los Cabos, en Baja California Sur (noroeste).
En ese estado, el número de homicidios dolosos pasó de 192 en 2016 a 499 de enero a noviembre de 2017.
Razones detrás de la violencia
Según expertos, entre las causas de la creciente violencia que se observó en 2017 está la fragmentación de los cárteles en células cada vez más pequeñas y violentas.
"Comenzaron a pelear por territorio, por el control de zonas productivas de cultivos ilícitos", dijo Mike Vigil, un exagente de la Oficina Antidrogas estadoundiense, la DEA.
Vigil agregó que a la fuerte violencia también contribuyó la alta demanda por drogas en México, en particular por heroína, que "ha incrementado la violencia en México, especialmente en el estado de Guerrero (sur), donde se cultiva amapola".
El exagente señaló también que la debilidad de las policías municipales y estatales es una de las razones detrás del repunte en la violencia junto con la corrupción.
Para atajar el problema de la violencia, el Congreso mexicano aprobó hace unos días la Ley de Seguridad Interior, que busca cubrir un vacío legal de más de 10 años generado por la decisión del gobierno de lanzar la ofensiva militar antidrogas.
Sin embargo, la ley generó polémica en organizaciones de derechos humanos, que aseguraron que la norma busca militarizar el país.
Vigil señaló que la norma es necesaria pero agregó que al mismo tiempo México debe renovar y reformar a las policías para que puedan retomar esa responsabilidad de manos de los militares.
En octubre, la organización Semáforo Delictivo alertó que 2017 sería uno de los peores años en inseguridad en México.
En ese momento, Santiago Roel criticó que lo grave no eran tanto los números sino que el gobierno mexicano se encontraba inmóvil ante el gran fracaso de la estrategia de seguridad.