El gobierno de Estados Unidos coloco a Rafael Caro Quintero en el primer lugar de la lista de los más buscados, por quien se ofrece una recompensa de 20 millones de dólares por información que lleve a su captura.
La Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) cataloga a Caro Quintero como el principal sospechoso por el homicidio del agente encubierto de la DEA Enrique “Kiki” Camarena Salazar, además de delitos de secuestro y posesión con intención de distribuir marihuana y cocaína.
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También conocido como el narco de narcos, Caro Quintero fundó en 1980 el ya extinto Cártel de Guadalajara, reconocido como la primera organización grande de tráfico de drogas en México.
Arrestado en Costa Rica en 1985, fue liberado del penal federal de Puente Grande el 9 de agosto del 2013, tras 28 años en prisión, luego que un juez federal resolvió que no debió ser juzgado por tribunales federales sino por uno estatal, pues la víctima (Camarena) no era un funcionario diplomático ni oficialmente formaba parte del cuerpo consular estadounidense.
Junto con Quintero, en la lista de la DEA figura Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, por quien existe una recompensa de 10 millones de dólares.
En la lista también figuran Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán y uno de los herederos de la fracción de su padre del Cártel de Sinaloa.
“Alfredillo” es requerido por la Corte de Chicago, en el Distrito de Illinois, para juzgarlo por conspirar para importar, exportar y distribuir sustancias controladas a Estados Unidos, entre ellas cocaína, heroína y marihuana.
Junto a sus hermanos Iván Archivaldo Guzmán Salazar y Ovidio Guzmán López, Alfredo Guzmán presuntamente controla la fracción del Cártel de Sinaloa después de la caída y el arresto de su padre, El Chapo Guzmán.