Cárteles se robaron 2 mil 600 pipas en 2018

Michoacán, Guanajuato y Puebla, de las entidades donde se registra el mayor número de tomas clandestinas a ductos de Pemex

Enrique Hernández | El Sol de México

  · martes 15 de enero de 2019

A pesar de extremar la vigilancia de las pipas, la sustracción de éstas sigue en aumento / Foto: Ernesto Muñoz

El crimen organizado puede robarse hasta 10 pipas en un día en el Valle de México, que son llevadas de inmediato hasta el Triángulo Rojo, es decir, los municipios poblanos de Amozoc, Palmar de Bravo, Acatzingo, Tecamachalco y Quecholac, donde la sustracción ilegal de combustibles de los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) y el robo de carga de los trenes se convirtió en una forma de ganarse la vida.

El robo de pipas, en los que se transporta agua, aceites, químicos, petroquímicos, gasolina, gas y otros líquidos comenzó a crecer hace dos o tres años en Michoacán, Guanajuato y Puebla, dos de las entidades donde se registra el mayor número de tomas clandestinas a las ductos de Pemex, explica Víctor Manuel Presichi Amador, presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Rastreo y Protección Vehicular (ANERPV).

Usan los vehículos robados para el trasiego y almacenaje del combustible obtenido de manera ilegal de los poliductos de la petrolera, señala el empresario, quien se encarga de ofrecer servicio de monitoreo al transporte de mercancías de las compañías.

“Todas las empresas de la asociación a través de un monitoreo propio e información recibida de los centros de mando, del C2, C4 y C5 de las policías detectaron dos mil 639 robos de pipas en 2018”, dice a El Sol de México.

Para la industria mexicana fue 2018 fue un año durísimo por el tema del robo de pipas, porque mostró un crecimiento de 45 por ciento, respecto a 2017, afirma Presichi Amador. “En el centro de México, se ha suscitado el robo a pipas, no por el producto que transportan, sino por adquirir un vehículo para almacenar y transportar lo que se sustrae de los ductos de Pemex”, confirma la Comisión Reguladora de Energía (CRE).

Foto: Cortesía


El uso de autotanques robados para trasladar y almacenar el huachicol es una práctica asociada a miembros de Los Zetas, que operan en Puebla, expone el estudio pedido por la CRE a EnergeA, una empresa de Jesús Reyes Heroles, y Grupo Atalaya, una firma de análisis político y riesgo fundada por Gustavo Mohar.

En comunidades del municipio de Tala, como La Villita y Cuisillos, los integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) obligan a pobladores a que les compren el gas robado, que expenden a domicilio, en pipas y camiones sin rótulos, expone el análisis.

Para los nuevos permisionarios, el riesgo derivado del robo de hidrocarburos en los segmento de transporte y distribución está concentrado en Huimanguillo- Cárdenas, advierte el estudio para analizar la problemática de seguridad física en las instalaciones del sector hidrocarburos.

Esa microrregión de Tabasco ha sido identificada como una zona de almacenamiento de diésel y gasolina para su posterior exportación a Centroamérica y Sudamérica mediante la clonación de buquestanques utilizados para el traslado del producto con ayuda de empresas legales y empresas fantasma.

El robo de pipas en México ha venido creciendo, ya que en 2015 se apoderaron de mil 200; en 2016 se llevaron los delincuentes unas mil 963 unidades, y durante 2017 les fueron quitadas de sus propietarios unos mil 820 vehículos, según la Asociación Nacional de Empresas de Rastreo y Protección Vehicular.

Asimismo, los robos en el país siempre han existido, incluso es algo innato del transporte y de la sociedad, pero no en estas proporciones alarmantes y donde el problema ya se salió de control y es un foco rojo para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, advierte Víctor Manuel Presichi Amador.

Cabe señalar que servidores públicos permiten, realizan, brindan custodia y protección en la sustracción ilícita de los hidrocarburos.