En Estados Unidos cumplen con cómodas sentencias que incluye el pago de multas millonarias, y luego buscan ampararse o protegerse para no volver a su país, en donde los esperarían largos juicios en los tribunales mexicanos.
En la lista de estos capos “Made in USA”, se encuentran Vicente Zambada Niebla, su tío Reynaldo Zambada García, su hermano Ismael Zambada Imperial, y ahora se unen Dámaso López Serrano, “El Mini Lic” y Víctor Emilio Cázares Salazar, “El Licenciado”.
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Todos ellos tienen la característica en común que han quedado en una zona gris de la justicia americana, bajo la figura de testigos protegidos o con beneficios en sus condenas.
El caso de “El Mini Lic” destacó en la última semana debido a que ya no figura en la lista de las prisiones federales estadounidenses, mientras la Fiscalía General de la República insiste en su extradición para que responda por el asesinato del periodista sinaloense Javier Valdez Cárdenas, cofundador del semanario Ríodoce y corresponsal del diario La Jornada.
En cambio Víctor Emilio Cázares Salazar, a dos años de cumplir con su sentencia definitiva, comenzó a litigar un amparo en contra de una orden de aprehensión en México. Esto después que encontró “perdón” en la justicia americana.
El caso de Emilio
Originario de El Guayabito, Mocorito, Sinaloa –en donde dejó un rancho con una alta cúpula sacramental- Cázares Salazar fue detenido en abril de 2012 cuando circulaba en solitario en un automóvil en La Venta del Astillero, cerca de Guadalajara.
Tras un largo proceso de extradición, que incluyó argumentos en los que alegaba que él no era la persona buscada –se hizo cirugías en el rostro y el pelo para parecer más joven y usaba varios alias-, el hermano de Blanca Margarita Cázares Salazar “la Emperatriz”, fue trasladado a la Corte Federal de Los Ángeles donde en octubre de 2016, fue sentenciado a 15 años de cárcel, luego de una serie de negociaciones con la Fiscalía.
“Siento mucho mis acciones en mi vida pasada”, declaró Víctor Emilio al recibir la condena del juez de distrito William Hayes.
Como el resto de los capos con sentencias cortas –van de 5 a 15 años máximo-, también aseguró que al salir de la cárcel, cambiaría para bien.
“Cuando salga voy a vivir aquí y unirme a una iglesia y trabajar para Dios. Quiero vivir en una casa rodeada de mis hijos y nietos el resto de mi vida”, dijo, según La Tribuna de San Diego.
En 2017, sin explicaciones públicas, le redujeron la sentencia para salir libre entre fines de 2024 y principios del 2025, pero no contaba con que en México también se le requiere por otros delitos.
El pasado 6 de septiembre, los abogados del capo presentaron ante un juez federal de Culiacán una demanda de amparo en contra de una orden de aprehensión.
Se trata del expediente 930/2022 radicado en el Juzgado Primero de Distrito, presentado de manera electrónica, en donde todavía no se explica el delito que sus abogados combaten.
Eso sí, el 13 de septiembre pasado el juez negó la suspensión definitiva del caso y será hasta el 4 de octubre cuando se celebre la audiencia constitucional.
De salir avante en este amparo, y una vez cumplida su condena en Estados Unidos, Cázares Salazar no podría ser detenido al ser repatriado a territorio mexicano.
Víctor Emilio –según la acusación de la Corte- fue el líder de una facción del Cártel de Sinaloa, usó redes de tráfico del estado a la frontera, fundó empresas fachada para operaciones financieras.
Una de ellas propiedad de su hermana Blanca Margarita, bautizada por la DEA como “La Emperatriz”, a quien en Culiacán era conocida sencillamente como “La Chiquis”.
“Pistolero de utilería”
El otro caso reciente es el de Dámaso López Serrano, “El Mini Lic”, quien fue sentenciado a 6 años de prisión, pero desde el pasado 12 de septiembre dejó de figurar en la lista de prisioneros federales de Estados Unidos.
De manera oficial, el hijo de Dámaso López Núñez, familia oriunda de la comunidad de Eldorado, se integró al programa de testigos protegidos y lo multaron con un millón de dólares.
Al conocerse la noticia, la Fiscalía General de la República insistió ante el Departamento de Justicia de EU la extradición de López Serrano a México para que sea juzgado por el asesinato del periodista sinaloense Javier Valdez Cárdenas, cofundador del semanario Ríodoce.
La FGR ya cuenta con orden de aprehensión al considerar a “El Mini Lic” como el autor intelectual del crimen del autor de Malayerba, ya que según las investigaciones –desprendidas de declaraciones de testigos protegidos-, el hijo de “El Licenciado” ordenó el homicidio de Valdez Cárdenas luego de publicar un perfil en donde lo llamaba “pistolero de utilería” que vivía a la sombra de la fama y el dinero de su padre.
Hasta el momento, ni el Departamento de Justicia y el de Estado americano se habían pronunciado por la petición de extradición, a pesar de denuncia de familiares y activistas que lanzaron la campaña #SíALaExtradición.
El hijo del Mayo se ampara
También caso reciente, el de Ismael Zambada Imperial tomó la misma ruta que Víctor Emilio Cázares, al presentar un amparo una vez que fue liberado de prisión el 22 de julio pasado.
“El Mayito Gordo” cumplió sentencia de apenas 8 años de prisión al negociar y declararse culpable tras ser extraditado en diciembre de 2019. Detenido en su comunidad natal, El Ranchito de los Burgos, sindicatura de El Salado –de donde es originario su padre y madre-, Zambada Imperial pasó más tiempo en el penal de Puente Grande, Jalisco, que en San Diego, donde fue juzgado por narcotráfico.
En México, en cambio, había sido sentenciado a 10 años por portación de armas de uso exclusivo. De ser repatriado, tendría que volver a la cárcel del país para continuar su condena, sin embargo, por el momento tiene un amparo en trámite que presentó su representante legal en Tijuana.
La última información que circuló en torno al paradero del hijo del Mayo es que había conseguido permanecer bajo custodia domiciliaria en California, hasta la fecha se desconoce si continúa en EU o cruzó la frontera mexicana.
Los testigos estelares
Los Zambadas han desempeñado un papel muy importante ante el Departamento de Justicia, situación que les ha permitido obtener beneficios legales, el primero en salir de la cárcel fue Serafín Zambada Ortiz, el menor de los vástagos del Mayo.
Vicente Zambada Niebla, por su parte, logró reducción de sentencia por fungir como testigo en el juicio contra su compadre “El Chapo” Guzmán, lo mismo que su tío Reynaldo Zambada. Hasta ahora, ninguno de los cuatro integrantes del clan, tiene una condena de cadena perpetua. Todos, sin excepción, han logrado negociar su libertad.
¿Dónde está La Emperatriz?
Blanca Margarita Cázares Salazar es la hermana mayor de Víctor Emilio. Antes que la DEA la bautizara como La Emperatriz (de hecho, la operación contra los Cázares se llamaba “Emperador Imperial), a Blanca Margarita la conocían como “La Chiquis” y según testimonios de la época, llegó a trabajar en las casas de cambio del Mercadito Rafael Buelna de Culiacán.
En diciembre de 2007 el Departamento del Tesoro la ubicó como una de las principales operadoras financieras de la organización encabezada por su hermano y por Ismael Zambada García.
De 52 años en ese entonces (ahora cuenta con 67 años), La Emperatriz bajó su perfil y ya no se dejó ver por sus casas de cambio, pues según la OFAC, una de estos centros cambiarios se llamaba Casa de Cambio Chiquis Cázares, en la esquina de Juárez y Sepúlveda. En el boletín del Tesoro se consigna además una red de 19 negocios relacionados con ella y su familia, entre los que destacan su exesposo Arturo Meza Gaspar, sus hijas Gipsy y Elizabeth Meza Cázares, su prima Tiburcia Cázares Pérez y colaboradores como Jorge Normando Patraca Ponce, Roberto Pérez Verdugo, Blanca Armida Aguirre Sánchez, Epifanio Zazueta Urrea y Marco Antonio Olivas Ojeda.
La FGR y la Unidad de Inteligencia financiera mantienen intervenidas algunas empresas y a los enlistados por la OFAC. La red empresarial abarcaba desde Tijuana hasta Jalisco y según la DEA tenían todo un entramado para pasar recursos de la venta de droga desde California a las cuentas de los negocios.
En mayo de 2008, su hijo Arturo Meza Cázares, de 32 años, fue asesinado junto con Édgar Guzmán López, hijo del Chapo, al salir del City Club del bulevar Universitarios, al ser confundidos con “contras” pues circulaban en un Hummer blindada no identificada.
Desde que la Fiscalía de EU hizo públicas las acusaciones contra la familia Cázares, todos ellos pasaron a un bajo perfil. Al único que detuvo el gobierno mexicano fue a Víctor Emilio, cabeza del clan, mientras que en la última década, de “La Chiquis” Cázares no se ha sabido nada, sigue en paradero desconocidos para las autoridades
Nota publicada originalmente en El Sol de Sinaloa