Nada de lo que se me acusa es cierto. Yo estoy orgulloso y no me arrepiento de nada de lo que como gobernador desarrollé e hice por mi pueblo. Yo di –expresa enfático Javier Duarte desde el Reclusorio Norte– mi máximo para mantener la gobernabilidad, la estabilidad social y el equilibrio de una sociedad tan compleja como es la veracruzana.
-Entonces eso de las empresas fantasmas, lo de...
“Nada que ver, nada que ver. Tan es así que las pruebas en ese sentido acaban de ser decretadas ilícitas. Todos los estados de cuenta, las transferencias bancarias, los testimonios de los funcionarios de los bancos, todo eso acaba de ser decretado por un Juez federal y luego por un magistrado de un Tribunal Unitario, como pruebas ilícitas. O sea, se cayeron, ya no existen en mi expediente, no hay pruebas en mi contra”, señala quien fue gobernador de Veracruz a partir de diciembre de 2010 y no concluyó su mandato.
La entrevista se desarrolló vía telefónica. Se inició con la pregunta: ¿qué le hiciste a Peña Nieto?, por lo que ha señalado en los últimos días de que los de la PGR lo extorsionaron y realizaron una persecución feroz en contra de su familia.
Su respuesta la resumimos así: Nunca tuve una buena relación con Osorio Chong, pues era amigo de Miguel Ángel Yunes, quien me grillaba con Osorio todo el tiempo. Luego, el secretario de Gobernación me intrigó con Peña Nieto y terminé siendo un chivo expiatorio, “yo fui el pagador”.
Duarte se explayó en eso. Mi relación con Miguel Osorio Chong nunca fue la correcta, la mejor, fue ríspida, por una simple razón, Miguel Osorio es amigo de Miguel Ángel Yunes y pues Miguel Ángel Yunes y yo nunca fuimos amigos. Siempre jaló del lado del Miguel Ángel.
¿Pero cuál fue la gota que derramó el vaso?, se preguntó Duarte y respondió que le solicitó a Peña Nieto su autorización para reformar la Constitución de Veracruz, sin consultar primero al entonces secretario de Gobernación al concluir la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno.
Señala que operó de inmediato y lo dio a conocer a los veracruzanos la intención de homologar el calendario electoral local con el federal.
Tras eso, me llamó Osorio Chong y me citó en sus oficinas particulares de Reforma y Arquímides. Estaba encabronado, molesto, muy irritado. Sabes qué Javier, así no se hacen las cosas. Esos temas son mi agenda de trabajo, me brincaste, contó Duarte.
A partir de ahí fue una relación verdaderamente muy complicada. Miguel Ángel Yunes, pues evidentemente todo ese tiempo metiendo su cuchara, hablando pestes de mi con él, grillándome, comentó quien fue el secretario de Finanzas de Fidel Herrera.
Luego de eso, recuerda que ya para terminar su mandato, lo volvió a llamar Osorio Chong. Fue para plantearle que dejara la gubernatura:
-Mira, las cosas en Veracruz están muy álgidas. Nosotros queremos que haya una transición tersa, que no haya confrontación. Las cosas entre el gobernador entrante y el saliente están muy tensas y no se va a poder dar una transición tranquila si no te separas del cargo. Tenemos que poner a alguien que pueda llevar una transición tranquila.
-Le dije que por mí parte no había problema y que había que amarrar al funcionario que llegaba.
-Lo que te pide el Presidente es que te separes. La verdad no te preocupes por nada, tú ya cumpliste, hiciste tu trabajo y te puedes retirar a descansar con toda tu familia.
Y en ese momento -señala JDO- habló delante de mi a Televisa y pidió me hicieran una entrevista con Loret en su espacio para que yo anunciara que me iba a separar del cargo.
“Al siguiente día el Congreso me autorizó la licencia y al siguiente día, moles, sacan la orden de aprehensión contra mi y siguió todo el rollo que tú ya sabes, la persecución que hicieron, una cacería brutal. Y cuando vieron que no podían conmigo, me apretaron por la parte más valiosa, más sensible para los que somos padres de familia y pues se armó todo el merequetengue que ya conoces”.
Ahí fue donde determinaron hacer lo que hicieron conmigo. Yo fui el pagador, el chivo expiatorio, remarca Javier Duarte en la entrevista.
“Tuve que llegar a un acuerdo. Si hubiera sido hasta ahí yo hubiera dicho, bueno, está bien, me tocó (...) pero una cosa es uno y otra la familia. Con la familia no deben meterse", concluyó Duarte.