A dos años del inicio de la transición de la Procuraduría General de la República (PGR), la Fiscalía General de la República (FGR) resuelve sólo 4.9 por ciento de las investigaciones conocidas en el ámbito federal, reveló un estudio de la organización México Evalúa.
De acuerdo con el reporte “De procuraduría a Fiscalías: Observatorio de la Transición 2020”, que mide las capacidades y desempeño de estas instituciones, esto se traduce a que la Fiscalía mantuvo un nivel de impunidad alto, al ubicarse en el Índice de Impunidad Federal en 95.1 por ciento.
A estos resultados se suma el hecho de que la Fiscalía disminuyó en la apertura de investigaciones en un 7.12 por ciento y aumentó en el rezago de las mismas un 5.4 por ciento, indicó Mara Gómez, coordinadora del Programa de Justicia en México Evalúa, por citar algunos ejemplos.
Es decir que en términos generales se encontró que la Fiscalía tuvo un retroceso en su avance global, al pasar de un nivel de 18.9 por ciento en 2019 al 11.9 por ciento en 2020, siendo el único rubro en el que avanzó el de confianza ciudadana.
Eso se traduce a que la fiscalía retrocedió en cuanto a su autonomía, que lo ha llevado a un aislamiento; desarrollo institucional, que hace referencia a la transparencia, participación ciudadana y plan de persecución penal; desarrollo normativo; ritmo de transformación y efectividad en la resolución.
Al respecto Edna Jaime, directora general de México Evalúa, aseguró que las cifras demuestran que la Fiscalía tiene reversiones muy importantes, donde no se observó ni voluntad política ni institucional para realizar una correcta transición.
“La Fiscalía y su titular han interpretado la autonomía de su institución como una carta abierta para operar sin transparencia, de manera aislada y para darle la espalda a otras instituciones, a la ciudadanía y sobre todo a las víctimas. Su operación actual parece acercarse más a la antigua procuraduría, que una nueva y verdadera fiscalía”, aseveró.
En ese sentido la diputada Pilar Ortega, presidenta de la Comisión de Justicia de la Cámara de diputados, señaló que la nueva Ley de la FGR, que será discutida en el Senado, no augura mejoría, por el contrario, representa una propuesta regresiva en aspectos que tienen que ver con el reconocimiento de los derechos de las víctimas y en algunos otros mecanismos normativos como la designación de fiscales.
“La aprobación de esta Ley significa la comprobación tácita que durante dos años la PGR no transitó adecuadamente hacía una fiscalía autónoma. La desaparición de varios aspectos contenidos en la Ley que está por abrogarse es mucho más que una simple derogación normativa, porque impacta directamente en el modelo de fiscalía que las y los legisladores queríamos construir y que México necesita”, dijo.
La FGJ-CDMX avanza correctamente
En contraste, el estudio reveló que la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México tuvo un avance global, posicionándolo en 35.2 por ciento. Lo que se traduce a que es una “transición con pendientes, pero que avanza correctamente”, indicó Mara Gómez.
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En ese sentido, a diferencia de la FGR, se documentó una alta participación ciudadana a través de Consejo Judicial Ciudadano; se encontró una efectiva rendición de cuentas y transparencia y una sensible mejora en carpetas judicializadas, siendo lo más perseguidos los delitos de robo y contra la salud, con un ligero aumento en la persecución de la violencia familiar y delitos de corrupción.
“Descubrimos importantes esfuerzos de planeación y de transformación que permite comenzar a observar el inicio de una ruta que se seguir por ese camino se vislumbra exitosa”, señaló Edna Jaime.