García Luna amenazó a periodistas y buscó callar a testigos

La Fiscalía de EU aseguró que tiene pruebas de que García Luna amenazó con ejercer violencia a testigos, también amenazó y sobornó a periodistas

Alfredo Maza | El Sol de México

  · miércoles 15 de junio de 2022

El exsecretario de Seguridad Pública enfrenta cargos por narcotráfico en Estados Unidos. / Foto: Cuartoscuro

La Fiscalía de Estados Unidos aseguró este miércoles que tienen las pruebas para demostrar que Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública de México, amenazó con ejercer violencia y manipular a testigos que hablen en contra suya durante su juicio.

De acuerdo con los documentos a los que tuvo acceso El Sol de México, como prueba se tiene un audio que fue grabado por funcionarios del gobierno estadounidense, en el que también se escucha a García Luna hablar desde la cárcel con otro preso, plática en la que mencionó a Jesús “El Rey” Zambada, exjefe del Cártel de Sinaloa.

Te puede interesar: Fiscalía de EU consigue archivos de la computadora de García Luna

Los fiscales de la Corte del Distrito Este de Nueva York, además, aseguraron tener pruebas de que García Luna sobornó y amenazó a periodistas que le investigaban y que en 2009 o 2010 pagó sobornos a un medio de comunicación con el objetivo impedir publicaciones en su contra, aunque los documentos no mencionan nombre de periodistas ni de medios.

“En el juicio, el Gobierno busca presentar pruebas de que, durante el periodo en que (García Luna) tuvo altos cargos, el acusado amenazó, acosó, y sobornó a periodistas que estaban investigando sus crímenes, y que, después de su arresto, mostró su voluntad de manipular a los testigos”, se puede leer en el documento.

Sobre el primer punto los documentos refieren que el Gobierno de EU pretende presentar pruebas de que, tras su arresto, García Luna mantuvo conversaciones con una persona a la que denominan “individuo 1” en los que “discutió amenazas de violencia y manipulación de testigos en su contra, y se refirió al menos a un testigo por su nombre”.

Es de recordar que durante el juicio de Joaquín “El Chapo” Guzmán, el jurado escuchó al propio Zambada decir que entregó al menos seis millones de dólares a García Luna a nombre de su hermano mayor, Ismael “El Mayo” Zambada, entonces jefe de la organización criminal, mismo que fue mencionado de nueva cuenta en esta ocasión.

“(Además), el Gobierno busca introducir evidencia de que, en otoño de 2020, con base en las declaraciones del acusado al “individuo 1” […] él deseaba dañar a los testigos en su contra, por lo que los agentes del orden público le proporcionaron al individuo 1 el número de un agente encubierto”.

Según los fiscales este agente en cubierto recibió el nombre de “Greg”, quien pretendió ser miembro de la mafia rusa, con quien tanto García Luna como “individuo 1” mantuvieron una conversación el 31 de diciembre de 2020.

Por su parte, sobre las amenazas a los periodistas, los fiscales aseguraron tener pruebas de que entre 2008 y 2013 García Luna “sometió a un periodista a una campaña de varios años de hostigamiento y amenazas como resultado de la investigación periodística en su contra”, sin dar más detalles sobre la persona de la que hablan.

Además, aseguran que entre 2009 y 2010 “el imputado usó dinero acumulado de un esquema de corrupción para pagar sobornos a una organización de noticias para evitar que periodistas publicaran historias negativas sobre él”.

Puedes leer: Abogado de García Luna niega vínculo con Cártel de Sinaloa

En diciembre de 2019, autoridades estadounidenses arrestaron a García Luna en Texas por una acusación formal de aceptar sobornos multimillonarios del Cártel de Sinaloa mientras ocupaba altos cargos policiales en México.

Esto porque García Luna dirigió la Agencia de Investigación Federal de México de 2001 a 2005. Más tarde, también se convirtió en secretario de Seguridad Pública en el sexenio de Felipe Calderón. Finalmente, García Luna salió de México en 2012 y buscó convertirse en ciudadano estadounidense naturalizado.

Ya en su juicio García Luna se ha declarado inocente de cargos que incluyen asociación delictiva para distribuir cocaína, participación en una empresa criminal continua y mentir a las autoridades, aunque de ser declarado culpable, enfrentaría una pena máxima de cadena perpetua.