El ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, obtuvo una suspensión provisional contra cualquier orden de aprehensión que las autoridades hayan girado en su contra mientras cumple su condena de nueve años en el Reclusorio Norte.
Fue la jueza federal Patricia Diez Cerda adscrita al Juzgado Quinto de Distrito de Amparo en Materia Penal con sede en la Ciudad de México, quien le concedió la suspensión al exmandatario contra actos privativos de la libertad. En concreto, órdenes de aprehensión, reaprehensión, comparecencia y localización.
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La juzgadora dio un plazo de 15 días para que las autoridades informen si en efecto hay un mandato judicial de este tipo contra Duarte de Ochoa, quien permanece preso desde 2017 luego de declararse culpable de lavado de dinero y asociación delictuosa.
De tal manera que la audiencia para definir si se le concede la suspensión definitiva al exmandatario será el próximo 23 de noviembre a las 9:45 de la mañana.
En abril pasado, Javier Duarte promovió un recurso similar ante el mismo juzgado, el cual dos meses después fue sobreseído por la jueza Diez Cerda debido a que diversas autoridades del país negaron haber girado alguna orden de captura en su contra.
Estos juicios de amparo han sido la constante en la defensa de expriista desde que a finales del año pasado se dio a conocer que tiene una orden de aprehensión por el presunto delito de desaparición forzada, relacionada con el hallazgo de restos de personas en la barranca conocida como La Aurora en Emiliano Zapata, Veracruz.
La orden de aprehensión fue tramitada luego de que el gobierno de Guatemala –quien lo detuvo en 20127– dio su permiso para que las autoridades mexicanas lo apresaran por este presunto delito, pues originalmente dio autorización para que fuera extraditado por otros ilícitos.
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Desde entonces, la defensa legal del exfuncionario comenzó tramitar diversos amparos conocidos como “rastreadores” con el fin de conocer si existen más órdenes de aprehensión giradas en contra. La intención es evitar que este sea detenido otra vez en caso de alcanzar la libertad anticipada por tener “buena conducta”, recurso al que podría acceder dada la sentencia tan baja que recibió.
