Pese a que un juez mandato que la Fiscalía General de la República no puede detener a Gilda Austin, madre del exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin, cuando sea extraditada a nuestro país, deberá acudir a comparecer por voluntad propia ante el Juez de Control en el Reclusorio Preventivo Norte y otorgue una garantía en efectivo.
De acuerdo a la FGR, así esta mandatado en la suspensión definitiva que le fue otorgada a Gilda, donde se señala que esta garantía no la exime de presentarse ante el Juez de Control y, una vez que lo haga, no podrá enfrentar su proceso en libertad, porque se sustrajo de la justicia mexicana convirtiéndose en prófuga.
La mujer se encuentra detenida en Alemania, donde fue aprehendida en julio pasado, cuando vacacionaba con sus nietos.
Las autoridades mexicanas obtuvieron la orden captura en su contra y con apoyo de Interpol ejecutaron el mandamiento judicial, con lo cual está pendiente que se desahogue el juicio de extradición.
De acuerdo a la FGR “la suspensión definitiva que le fue otorgada a Gilda tiene por objeto que comparezca ante el Juez de Control en el Reclusorio Preventivo Norte y otorgue una garantía en efectivo”.
Señala que hasta el momento ninguna de estas condiciones las ha cumplido".
El pasado lunes, un tribunal colegiado ratificó la suspensión definitiva que un juez federal le otorgó, por lo que no podrá ser detenida por la Fiscalía General de la República, una vez que sea extraditada a nuestro país.
La madre de Lozoya, fue detenida a finales de julio por agentes de la Interpol en un centro vacacional de Alemania, luego de que la Fiscalía General de la República (FGR) obtuvo una orden de aprehensión en su contra por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita y asociación delictuosa.
Lo anterior, porque en sus cuentas se recibió un depósito que presuntamente está relacionado con la entrega de recursos al exfuncionario por parte de la empresa Odebrecht para que se le favoreciera con contratos de obra.