El Gobierno mexicano acordó hoy con la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (ONU-DH) establecer mesas de trabajo sobre la desaparición de 28 personas en Nuevo Laredo, en el nororiental estado de Tamaulipas.
Mediante un comunicado, la Secretaría de Gobernación (Segob), la Procuraduría General de la República (Fiscalía, PGR) y la Secretaria de Marina (Semar) informaron que se reunirán periódicamente con la ONU-DH "a fin de revisar la información y datos de prueba en cada uno de los casos".
El objetivo "es fortalecer las investigaciones además de desarrollar una estrategia de búsqueda y atención a las víctimas y sus familiares, además de dar seguridad a los posibles testigos de los hechos", apuntaron.
El acuerdo fue anunciado después de que representantes del Gobierno mexicano y de la ONU-DH se reunieron con familiares de 28 desaparecidos en Nuevo Laredo, ciudad mexicana fronteriza con Estados Unidos.
El pasado 30 de mayo, la ONU-DH informó que había documentado la desaparición de 23 personas ocurridas en Nuevo Laredo entre febrero y el 16 de mayo, aunque organizaciones locales estimaron la cifra en al menos 40.
La Fiscalía Especializada en Investigación de los Delitos de Desaparición Forzada abrió 20 carpetas de investigación sobre estos casos y ordenó las diligencias tendientes a esclarecer los hechos.
La Subprocuraduría de Derechos Humanos, Prevención del Delito y Servicios a la Comunidad indicó, por su parte, que las víctimas directas e indirectas serán reconocidas como tales" ante la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas.
Este reconocimiento permitirá "garantizar una representación efectiva en la materia" además de que se solicitó la implementación de medidas de protección que garanticen su seguridad, explicó la Subprocuraduría.
El Gobierno mexicano ha desplegado en Tamaulipas a expertos de la fiscalía especializada, policías federales ministeriales y analistas, para dar seguimiento a los planes de investigación.
La Secretaría de Marina-Armada de México dio cumplimiento a las medidas cautelares recomendadas, desde los aspectos referentes al personal hasta las cuestiones de refuerzo en materia de capacitación.
Antes de la decisión de establecer mesas de trabajo con el Gobierno de México, la ONU-DH cumplió una misión de trabajo en Tamaulipas para atender la ola de desapariciones.
"La desaparición es uno de los retos más grandes de México; esta ola reciente de desapariciones en Nuevo Laredo se ubica entre las más preocupantes, se trata de un caso emblemático en su conjunto", dijo entonces el representante de ONU-DH en México, Jan Jarab.
Aseguró que existen "fuertes indicios" de que estos crímenes fueron cometidos por una fuerza federal de seguridad.