Tras el hallazgo de 19 cuerpos calcinados dentro de una camioneta en Tamaulipas, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero descartó que se trate de un caso similar al de la masacre de San Fernando del 2010, en la que asesinaron a 72 migrantes en la misma región.
Desde Palacio Nacional, la responsable de la política interior del país expuso que las investigaciones para saber lo que sucedió y si las personas asesinadas son o no migrantes llevan avances significativos pero la información de mantendrá en secrecía.
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"Por ningún motivo es igual a lo que sucedió en San Fernando. Estamos viendo los avances que se tienen sobre esta situación y se ha avanzado muchísimo. Estás investigaciones tienen que llevarse a cabo en la mayor secrecía, esto no es un San Fernando porque estamos llevando las investigaciones de manera contundente", afirmó Sánchez Cordero Dávila.
Esto, en respuesta a lo señalado por la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), que comparó lo ocurrido el fin de semana en Tamaulipas con la masacre en la localidad de San Fernando del 2010.
El pasado fin de semana aparecieron 19 cuerpos calcinados - 16 hombres, una mujer y dos por determinar- en varios vehículos en el poblado de Santa Anita, municipio de Camargo, en la fronteriza Reynosa, Tamaulipas.
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Por el momento no se conoce la identidad de las víctimas, aunque varios testimonios apuntan a que son migrantes centroamericanos víctimas del tráfico de personas, mientras que otros reportes indican un choque entre dos bandas criminales.
Tras los hechos, el representante de la ONU-DH México, Guillermo Fernández-Maldonado, expresó la preocupación del organismo por lo ocurrido el fin de semana y recalcó que "estos hechos recuerdan a las masacres ocurridas en San Fernando, Tamaulipas, en 2010, y Cadereyta, Nuevo León, en 2012, donde los familiares de las víctimas siguen en búsqueda de verdad, justicia y reparación", alertó.
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En agosto de 2010 ocurrió uno de los sucesos más escabrosos de la historia reciente de México con el asesinato de 58 hombres y 14 mujeres de diversas nacionalidades en el municipio de San Fernando, en el nororiental estado de Tamaulipas.
Dos años después, en mayo de 2012, aparecieron otros 49 cuerpos en Cadereyta, en el norteño estado de Nuevo León.
|| Con información de EFE ||
