La lucha contra el robo de combustible, huachicoleo, tuvo durante los dos últimos años como epicentro el Triángilo Rojo de Puebla, zona difícil de pacificar y que le valió la vida a militares y civiles.
Sin embargo, los constantes decomisos de hidrocarburo robado en el último tramo del sexenio de Enrique Peña Nieto, y la entrada de la estrategia antihuachicoleo del presidente Andrés Manuel López Obrador, hizo que la venta de gasolina robada perdiera rentabilidad en Puebla y los criminales lo cambiaran por el robo a trenes y autotransporte de carga, o de plano lo abandonaran.
En Hidalgo la situación es al revés. En 2018, en el municipio de Tezontepec de Aldama 35 personas fueron asesinadas en situaciones que se relacionan directamente con la extracción, venta y trasiego de combustible ilícito, según un conteo que hizo el alcalde Pedro Porras Pérez, pero a pesar de ello, la población no se inmuta, no se asusta y es capaz de desarrollar sus actividades, sin alterar su rutina, después de una balacera en las calles. Lograron normalizar la violencia al rendirse al beneficio económico del huachicol.
“No, no tenemos miedo a salir de la calle. Ni por las balaceras. Mira, los enfrentamientos se dan entre los que controlan las tomas de combustible, pero no se meten con la gente del pueblo, porque aquí muchos venden, y casi todo el pueblo compra huachicol (...) no son de aquí”, refirió un comerciante y vecino de la cabecera municipal que pidió el anonimato.
Tras el asesinato, el pasado 4 de enero, de cinco personas dentro del panteón de la comunidad de Mangas, el alcalde denunció que en el municipio las estrategias federal y estatal contra el robo de hidrocarburo no han servido hasta ahora, y exigió que las fuerzas castrenses y policías federales hagan más presencia.
SE TERMINA LA VENTA EN PUEBLA
En contraste, hace unos meses la venta de gasolina ilegal en la Central de Abasto de Huixcolotla se realizaba a plena luz del día y a los ojos de policías municipales y federales.
Ahora, en el lugar donde se exhibían las garrafas de combustible robado se ofertan gorras, cinturones y comida típica.
En un recorrido El Sol de Puebla constató que el negocio que tuvo auge en 2017 ya se terminó y que se ha reforzado la seguridad del municipio.
Los locatarios, de manera anónima, refirieron que se canceló la venta pública de este combustible desde los operativos conjuntos del gobierno federal con la entonces administración de José Antonio Gali Fayad en 2018.