Xavier Olea, Fiscal General de Guerrero, informó antes de que los sacerdotes fueran asesinados, estuvieron con sujetos armados pertenecientes a grupos delictivos, además indicó que uno de ellos se tomó fotos portando armas de fuego.
"El sacerdote German Muñiz se tomó una fotografía portando un arma de grueso calibre, y en otra en donde está en compañía de hombres armados pertenecientes a un grupo delictivo que opera en Mezcala, Carrizalillo, Taxco, Taxco el Viejo, y Parte de Iguala", dijo Xavier Olea.
Además aseveró que acudieron a un baile donde asistieron diversos integrantes de grupos delictivos entre ellos del Estado de México, Guerrero, y Morelos, donde en conjunto con los demás acompañantes, estuvieron ingiriendo bebidas alcohólicas, "lo que implicó para ellos una imprudencia".
"El baile se realizó en Juliantla, en el cual no hubo seguridad puesto que no fue solicitada por ninguno de los organizadores, lo ual facilitó que las personas de los distintos grupos delincuenciales acudieran con armas", señaló. Xavier Oleada explicó que todo esto desencadenó un ataque armado.
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