Durante el segundo día del juicio formal en contra de Genaro García Luna, el exlugarteniente del Cártel de los Beltrán Leyva, Sergio Villarreal Barragán “El Grande”, aseguró que “el Ejército estaba profundamente coludido con el Cártel de Sinaloa y con diversas facciones”.
"Los sobornos multimillonarios del Cártel de Sinaloa y a facciones del grupo criminal que encabezó Joaquín El Chapo Guzmán, también se hicieron a elementos del Ejército, declaró el narcotraficante".
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Por segundo día consecutivo en la Corte Federal del Distrito Este en Brooklyn, Nueva York, el narcotraficante testificó en contra del superpolicía, donde señaló que una de las prácticas de los elementos del Ejército era “vender información” a grupos criminales antagónicos.
Asimismo, indicó que García Luna compartía información que le proporcionaba la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) con el Cártel de Sinaloa, a través de Luis Cárdenas Palomino, exdirector de Seguridad Federal de la desaparecida Policía Federal (PF).
“(García Luna) Nos ayudó con un contacto de Israel (El Mayo Zambada) para dotar al Cártel (de Sinaloa) de equipos de intervención de comunicaciones, espionaje y contrainteligencia… ¡Teníamos de todo!”, señaló el narcotraficante.
Villarreal Barragán comentó que fue García Luna y Cárdenas Palomino quienes incluso le avisaron a Edgar Valdez Villareal, La Barbie, que el lugar donde se realizaría su boda, en Acapulco, Guerrero, sería cateado por fuerzas federales.
“Y pues con ese aviso no fue nadie a la boda. Ni la Barbie”, comentó el narcotraficante.
El Barbas mandó secuestrar a García Luna
El flamante testigo de la fiscalía de New York, aseguró que en medio de la guerra que estalló entre las distintas facciones del todopoderoso cártel de Sinaloa en México en 2008, García Luna parecía beneficiar más al grupo del Chapo en detrimento del grupo de los Leyva.
Según el Grande, los operativos contra la gente de los Beltrán Leyva eran continuos, mientras que "eran mínimos" contra el grupo del Chapo.
La guerra entre el Chapo e Ismael "el Mayo" Zambada contra el de los hermanos Beltrán Leyva comenzó después de la detención en México de Alfredo Beltrán, que según el Grande fue fruto de una traición dentro del cartel.
El Grande relató que cuando estalló el conflicto interno, Arturo Beltrán llamó a García Luna para preguntarle de qué parte estaba y este le dijo que permanecería neutral, algo que exacerbó los ánimos de Beltrán, aunque pese a ello siguió enviando sus pagos al entonces secretario de Seguridad Publica.
Sin embargo, cuando percibió que las operaciones de seguridad, cuyo máximo responsable era García Luna, aumentaban excesivamente, intentó llamarlo y hablar con él a través de Luis Cárdenas Palomino, exdirector de seguridad federal de la Policía Federal, y supuesto enlace entre el cártel y García Luna, pero no fue posible.
Entonces, secuestraron a García Luna cuando iba en una carretera en el estado de Morelos, camino de la localidad de Cocoyoc, para hablar con él y después de la conversación lo volvieron a dejar donde lo habían secuestrado, según dijo El Grande.
El abogado indaga en pasado criminal de El Grande
El abogado de Genaro García Luna interrogó al narcotraficante del cartel de Sinaloa, Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande”, sobre su pasado criminal, una vez que la Fiscalía había concluido sus preguntas.
César de Castro preguntó a "El Grande" sobre su participación en tiroteos, secuestros y asesinatos tanto cuando trabajó para el cartel de los Juárez como cuando a partir de 2001 entró a formar parte del cartel de Sinaloa.
Uno de los momentos que De Castro sacó a colación fue cuando el líder de la facción de los Beltrán Leyva, Arturo Beltrán Leyva asesinó a dos mujeres con las que "se estaba divirtiendo hablando" cuando estas se rieron de su esposa.
"El Grande", que se encontraba presente, sostuvo que Beltrán Leyva las acribilló y que tuvo que levantar el brazo por miedo a resultar herido.
El futbolista, segundo testigo
El narcotraficante Tirso Martínez , testigo cooperante de la Fiscalía, fue presentado como el encargado del envío de cocaína del cartel de Sinaloa a Estados Unidos por tren desde México a tres ciudades estadounidenses.
Durante su testimonio, Tirso Martínez, a preguntas del fiscal Philip Pilmar, explicó el funcionamiento del tráfico de cocaína a través de trenes de cargo desde la Ciudad de México a Los Ángeles, Chicago y Nueva York, pero no hizo ninguna mención al acusado.
Tras la retirada del jurado y del testigo, el fiscal explicó que espera que Martínez testifique que uno de los narcos del cartel de Sinaloa con los que trabajaba, identificado como Jorge, le ofreció ponerle en contacto con García Luna para pagarle sobornos y así asegurarse de que sus cargamentos de droga escondidos en grandes depósitos de aceite transportados por tren no serían registrados.
La defensa de García Luna protestó contra la presentación de este testigo ya que los hechos a los que se podría referir ocurrieron en los años 90 y en 2000 o 2001, cuando los supuestos crímenes por los que está siendo juzgado el exministro mexicano son los comprendidos entre 2001 y 2012.
Por su parte el Juez Brian Cogan, mostró este martes sus reservas sobre el testimonio del narcotraficante Tirso Martínez Sánchez, y anunció que decidirá entre la noche de este martes y el miércoles su relevancia.
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