Dos jueces federales han rechazado el atraer la competencia del caso de tortura del cual es acusado Uriel Carmona Gándara, fiscal general del estado de Morelos, en contra de Luis Alberto “N” alias “El Diablo”, quien fue señalado de un triple asesinato en Huitzilac.
La mañana del viernes 6 de octubre el Carmona Gándara fue citado al Centro de Justicia Federal con sede en Atlacholoaya, municipio de Xochitepec, para que el juez de control local Natanael Subdias declinará la investigación por este delito a la justicia federal por segunda vez, pero nuevamente fue rechazado por que “no se cumplieron ciertas formalidades”.
Cabe señalar que el 22 de septiembre cuando Uriel aún no se encontraba en el penal federal de máxima seguridad del Altiplano en Almoloya de Juárez, Estado de México, la justicia local solicitó que se declinará nuevamente este proceso a los juzgados federales con sede en dicha entidad, sin embargo, el juez lo rechazó al considerar el tema de la lejanía, por lo cual desecharon la solicitud.
Con esta situación se genera un conflicto de competencias, lo cual tendrá ser llevado ante un Tribunal Colegiado para determinar qué situación procede en torno a esta acusación en contra de Uriel.
Fue el 14 de septiembre durante la audiencia de imputación al titular de la Fiscalía de Morelos que la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción (FECC) intentó desistirse de los cargos que formaron parte del cuarto proceso del servidor público.
Sin embargo, la FECC extravió el documento y en ese momento permitió que los agentes del Ministerio Público de la Fiscalía General de la República (FGR) atrajeran el caso de tortura al considerarse como un delito de lesa humanidad.
Además, Uriel enfrenta tres procesos en la Ciudad de México en dónde la fiscalía capitalina lo señaló por presuntos actos de obstrucción de la justicia en el feminicidio de Ariadna Fernanda, feminicida en calidad de auxiliador y encubrimiento por favorecimiento.
Uriel cuenta con una suspensión que le permitió recuperar su libertad, tras otros tres amparos que no pudieron hacerse efectivos.