Tras señalar que se puso en peligro a la sociedad y al patrimonio nacional un juez federal vinculó a proceso al exdirector de Pemex, Emilio "L" por asociación delictuosa, lavado de dinero y cohecho en el caso Odebrecht.
De nueva cuenta la FGR no pidió prisión preventiva contra Emilio L. por el caso Odebrecht.
Al explicar las razones de su decisión, el juez Juan Carlos Ramírez explicó que Emilio "L" está señalado por la Fiscalía General de la República (FGR) como autor material de dichos ilícitos.
Tras 13 horas de audiencia, el juez federal decretó libertad condicional en favor del exdirector de Pemex Emilio "L" y concedió a la Fiscalía General de la República seis meses para continuar con sus investigaciones.
"Por tanto, única y exclusivamente por cuanto hace a esta causa penal decreto la libertad condicional del señor imputado, atendiendo a las medidas cautelares impuestas, sin perjuicio de que pueda ser privado de este derecho con motivo de la existencia de alguna otra causa del orden federal o del fuero común", expuso el juzgador.
El exdirector de Pemex, Emilio "L" tendrá prohibido salir de la Ciudad de México y deberá usar un brazalete electrónico pagado por él, mientras dure el proceso en su contra por el caso Odebrecht, así lo determinó la noche de este miércoles el juez Juan Carlos Ramírez.
El juzgador también resolvió que mientras el exdirector de Pemex se encuentre internado en el Hospital Ángeles del Pedregal deberá permanecer bajo cuidado y vigilancia de la Policía Federal Ministerial además de que, en cuanto sea dado de alta, deberá presentarse dos veces al mes en el Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Norte.
La comparecencia ante el juez del exdirector de la estatal petrolera mexicana (Pemex) Emilio L. por los sobornos de la trama Odebrecht evidenció este miércoles el pacto de colaboración alcanzado con la Fiscalía por el que recibió un trato amable y esquivó la prisión.
En la misma línea que en la audiencia del día anterior por la compraventa irregular de una planta de fertilizantes, Emilio L. defendió su inocencia y expresó su "compromiso de colaborar con las autoridades".
El que fue director de Petróleos Mexicanos (Pemex) entre 2012 y 2016, durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto, abrió así la puerta a delatar a altos funcionarios de la Administración pasada a cambio de que la Fiscalía rebaje las acusaciones en su contra.
EL CASO ODEBRECHT LLEGA A MÉXICO
Emilio L.compareció este miércoles ante el juez a través de una videollamada desde el hospital privado de la capital mexicana en el que fue internado con anemia el 17 de julio tras ser extraditado desde España, país en el que fue capturado en febrero.
El exjefe de la petrolera estatal se convirtió en el primer funcionario mexicano en declarar sobre la trama de la constructora brasileña Odebrecht, un escándalo desvelado en 2014 de sobornos a cambio de obras públicas en una decena de países de América Latina.
La Fiscalía acusó este miércoles a Emilio L. de haber recibido 10,5 millones dólares de sobornos de Odebrecht en una trama en la que se asoció con su madre, su esposa y hermana.
Una parte de estos sobornos, 4 millones de dólares, los recibió en 2012, cuando Emilio L. era coordinador de campaña de Peña Nieto y prometió al entonces director de Odebrecht en México, Luis Alberto de Meneses, un cargo en el futuro gobierno
Emilio L.no solo negó estas acusaciones, sino que dijo haber sido "intimidado, presionado, influenciado e instrumentalizado".
"Señalaré a las personas responsables de estos hechos y los posibles beneficiarios de los mismos", aseguró el acusado.
EL PACTO EVIDENTE CON EL FISCAL
Cuando se anunció la extradición del exdirector de Pemex desde España, trascendió en la prensa un supuesto acuerdo con la Fiscalía para reducir su pena a cambio de revelaciones jugosas sobre corrupción.
Un pacto que parece acreditado por lo visto en las dos audiencias preliminares, en las que la Fiscalía ha evitado de momento pedir prisión preventiva para Emilio L., actualmente hospitalizado.
Fabiola Navarro, miembro del Observatorio de la Corrupción de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo a Efe que el caso "no huele muy bien" debido a la "debilidad" de las acusaciones hechas por la Fiscalía, que se ha centrado sobre todo en hechos sucedidos antes de que Emilio L. asumiera la dirección de Pemex.
"Emilio L. es la pieza que vincula y conecta a varios escándalos de corrupción. No puede quedarse solo en que recibió sobornos y propinas, sino en la utilización indebida de un cargo de mayor importancia durante más de tres años", sostuvo.
Por su parte, Ángeles Estrada, directora de la Iniciativa Anticorrupción del Tecnológico de Monterrey, opinó que es "adecuado y correcto" llegar a acuerdos en un caso tan complejo que, según algunos señalamientos, podría implicar al mismo Peña Nieto.
"El hecho de que tengamos a alguien que nos diga desde dentro qué sucedió, hay que aprovecharlo al máximo, pero no podemos quitar responsabilidad a Emilio L.", puntualizó.
El que parece satisfecho con el acuerdo es el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien este miércoles definió a Emilio L. como "un testigo colaborador" y defendió que reciba "ciertas consideraciones" a cambio de "conocer más" sobre la corrupción en la anterior Administración.
UN PROCESO POCO TRANSPARENTE
Sin embargo, el acuerdo ha despertado suspicacias porque la opacidad del proceso judicial no permite conocer su alcance ni los beneficios que está recibiendo el acusado desde su llegada a México.
"Desde que llegó al país y no lo presentaron en público se insinuó que algo iba muy mal", comentó Navarro sobre el día en el que fue extraditado y la Fiscalía usó un señuelo para despistar a la prensa.
Desde entonces Emilio L. ha estado en un hospital privado por una supuesta anemia y complicación en el esófago y no se lo ha visto ni escuchado, ya que las audiencias han sido a puerta cerrada por la pandemia de COVID-19.
A todo esto, la única información de su comparecencia ante el juez es la proporcionada por el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) en un chat de WhatsApp para periodistas.
"No sabemos si lo que están diciendo es explícitamente lo que se dice en la audiencia o se están tergiversando conceptos jurídicos", apuntó Estrada, quien deseó que el que iba a ser el gran juicio a la corrupción del Gobierno de Peña Nieto no acabe en un "circo".
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