“¿Y no basta con lo que estoy diciendo?”, respondió el presidente Andrés Manuel López Obrador con un tono de desesperación a la activista Frida Guerrera, del colectivo #NiUnaMás, quien ayer se coló a la conferencia de prensa, mientras afuera decenas de feministas encapuchadas realizaban pintas con la leyenda “AMLO Encubridor” en los muros de cantera de Palacio Nacional, prendían fuego y coreaban “fuimos todas, fuimos todas”, “no nos morimos, nos están matando”, frente a la puerta Mariana.
Adentro, en mañanera, Frida cuestionaba por qué no se ha impulsado una fiscalía especializada en feminicidios y solicitaba que se dedicara un día de la semana para discutir el tema en las conferencias de prensa.
Ante ello, López Obrador condenó los feminicidios registrados en el país y admitió que frenó la presentación de una reforma impulsada por la Fiscalía General de la República para eliminar este tipo penal.
Pero Frida no estaba satisfecha y reclamaba: “Allá afuera están gritando mujeres. ¿Por qué? Porque llevamos más de 250 feminicidios en lo que va del 2020”.
Fue cuando el tabasqueño argumentó que no es un presidente “fifí”, “de élite” o “insensible” como sus antecesores. Incluso, diseñó prácticamente en vivo un decálogo que tuvo como eje narrativo recriminar los asesinatos de mujeres, pero sin enumerar acciones concretas o políticas públicas para erradicar este problema. El Gobierno oficializó el documento más tarde en sus redes sociales, lo que encendió a los usuarios más críticos del tema.
Como primer punto se manifestó en contra de la violencia en cualquiera de sus manifestaciones. Dos, se debe proteger la vida de hombres y mujeres: de todos los seres humanos. Tres, es una cobardía agredir a la mujer. Cuatro, el machismo es un anacronismo, un acto de brutalidad. Cinco, se tiene que respetar a las mujeres. Seis, no a las agresiones a mujeres. Siete, no a los crímenes de odio contra mujeres. Ocho, castigo a responsables de la violencia contra mujeres. Nueve, el gobierno se va a ocupar de garantizar la seguridad de las mujeres. Y 10, “nuestro compromiso es garantizar la paz y la tranquilidad en México.
“Si se tratara de los gobiernos anteriores, que se enteraban de los homicidios, del feminicidio, de la violencia, por una tarjeta que les entregaban sus subalternos, podrías tú decir lo que estas sosteniendo, pero no estoy metiendo la cabeza en la arena, no estoy evadiendo mi responsabilidad, no es la política del avestruz”, justificó el primer mandatario.
López Obrador habló de este tema hasta las ocho de la mañana, ya que durante la primera hora recibió preguntas de otros temas fuera de coyuntura de los asistentes que diariamente ocupan las primeras filas y aplauden al mandatario.
Después de la activista, otras reporteras intentaron seguir con los cuestionamientos, hasta que Carlos Domínguez, comunicador de Nación 14, robó la palabra: “ya habló suficiente del tema. Vamos a cambiar, por favor”. Su empresa emitió un comunicado para desmarcarse de esta accióny él se disculpó con la activista y sus colegas.
Al final de la conferencia, una comitiva de 10 mujeres encapuchadas fueron atendidas por la coordinadora de Atención Ciudadana de la Presidencia de la República Ramírez, para pedir una reunión con el primer mandatario y una disculpa pública, pero cuando se les hizo saber que eso no era posible, se retiraron de Palacio Nacional a las 11 de la mañana.
Las visitas turísticas fueron canceladas y sólo se permitió el acceso a los trabajadores de la Secretaría de Hacienda y de la Oficina de la Presidencia de la República. Al medio día trabajadores de la Ciudad de México llevaron pipas e intentaron borrar las pintas del recinto histórico.