Lo político es parte de nuestras escuelas, asegura el director de la normal de Ayotzinapa

Tomás Vargas Colchero, director de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos, defiende a sus estudiantes de la estigmatización que sufren de una parte de la sociedad

Arcelia Maya / Enviada

  · martes 24 de septiembre de 2024

Tomás Vargas Colchero, director de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa. Foto: Abel Miranda / El sol de Acapulco

Tixtla, Guerrero.- “Es un hecho lamentable que a 10 años no se haya esclarecido todavía lo que fueron los hechos (...) Una vez que se esclarezca, pues yo creo que todas las partes quedarían satisfechas”, dice Tomás Vargas Colchero, director de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, sobre la desaparición de los 43 normalistas la noche del 26 de septiembre de 2014, cuando él era maestro de grupo.

En entrevista con El Sol de México, el académico señala además que la formación política es parte de la vida de las normales y defiende a sus alumnos del estigma social que recae sobre ellos, pero se disculpa por las afectaciones que generan a terceros con sus movilizaciones, que tienen el objetivo de aclarar lo que pasó con los 43 hace 10 años.

Resalta la labor social de los normalistas, como el programa de regularización con el que apoyaron a cerca de 500 estudiantes de Acapulco y la Costa Chica de Guerrero tras el paso del huracán Otis.

“Cuando aprenden a conocer a los estudiantes entienden por qué se comportan así, que muchas de las veces lo que ven y escuchan no es igual cuando un alumno está desenvolviéndose pedagógicamente dentro de un aula”, dice.

¿Cómo inicia la Normal de Ayotzinapa este ciclo escolar?

Nosotros programamos con los jóvenes lo que es el regreso a clases, como lo marca el calendario de Normales. A partir del día 26 de agosto estuvieron los alumnos de segundo, tercer grado en aulas. Los jóvenes de primer año tuvieron una actividad también y los alumnos de cuarto grado son los que ya se integraron a sus escuelas primarias, que se encuentran en la ciudad de Chilpancingo, en Tixla y alrededores. Entonces, pues académicamente iniciamos con buenas expectativas hacia un progreso académico.

¿La matrícula en este ciclo escolar de cuántos estudiantes es?

Estamos hablando que de la licenciatura de educación primaria tenemos 120 alumnos de nuevo ingreso y 45 en la licenciatura de plurilingüe. Tenemos al igual los alumnos que tenemos de cuarto año con el plan 2018, que nuestra matrícula está alrededor de 568 alumnos.

¿En total en la escuela, cuántos alumnos hay en las licenciaturas y también la maestría?

De licenciatura en educación primaria tenemos 480 alumnos y de la licenciatura de educación bilingüe y plurilingüe tenemos una matrícula de cada grado de 45. Estamos hablando de un aproximado de 180 alumnos.

¿En el área administrativa, de cuántos trabajadores estamos hablando?

En el área administrativa tenemos un total de 65 personas administrativas y tenemos un total de 57 docentes frente a grupo. Tenemos una amplia variedad y gama de perfiles, entonces no tenemos problema en lo que es el campo pedagógico.

¿Cuántos alumnos originarios de otros estados estudian en la normal de Ayotzinapa?

Tenemos aproximadamente 30 alumnos que son de fuera del estado. Entre esos estados tenemos de Oaxaca, de Chiapas, algunos que vienen de Morelos. Entonces son los estados más cercanos con los cuales los jóvenes ingresan aquí a la licenciatura de educación primaria.

En lo que es la licenciatura de bilingüe y plurilingüe los alumnos que ingresan tienen que manejar lengua materna del estado de Guerrero para que puedan participar en lo que es el concurso de una plaza. Entonces de esta manera tratamos de que tengamos alumnos de plurilingüe que hablen la lengua náhuatl, que hablen el me'phaa y el mixteco.

¿Cuándo inició su administración?

Llevo cinco, estuve cinco años como subdirector académico y voy para dos años como director de esta institución educativa.

¿Le tocó el caso Ayotzinapa como subdirector?

No, me tocó como maestro de grupo.

¿Qué clase impartía usted?

Estoy en la línea de observación y práctica docente.

¿A 10 años, qué opina usted del caso Ayotzinapa?

Sin duda alguna fue un hecho lamentable. A partir del 26 y 27 de septiembre del 2014, exactamente a 10 años, fue un cambio que ha sufrido la institución. Es un hecho lamentable que a 10 años no se haya esclarecido todavía lo que fueron los hechos y yo creo que todavía tenemos la esperanza de que se esclarezcan. Una vez que se esclarezca, pues yo creo que todas las partes quedarían satisfechas.

Seguimos esperanzados a que nuestros alumnos, está la chispita todavía encendida, que estén con vida, hasta que el veredicto sea algo contrario.

¿Considera que el caso Ayotzinapa es el nuevo Tlatelolco de nuestro país, es el nuevo 68?

Pues sin duda alguna yo creo que ha habido varios movimientos y este, el de los 43 pues forma parte de uno más, que sin duda alguna no hay un esclarecimiento, las expectativas son mayores y pues lo más lamentable es que quede en un archivo muerto.

¿Qué implicaría que quede en archivo muerto este caso tan lamentable?

Pues que no haya una claridad de todos los hechos.

Ya pasaron dos administraciones federales: una del gobierno del PRI y otra de Morena y el caso todavía no ha sido aclarado ¿cuál es la exigencia de la Normal de Ayotzinapa?

Pues como Normal de Ayotzinapa yo creo que siempre se ha exigido que se esclarezca el hecho. Es un hecho lamentable, son vidas humanas que sin duda alguna dejan marcada tanto a la institución, dejan marcados a los padres de familia y a una sociedad que cree y sigue creyendo en que puede esclarecerse todo.

¿En estos 10 años, usted ha visto un trato diferente del Gobierno federal y del Gobierno del estado con la Normal de Ayotzinapa? ¿Ve mejoras? ¿Ve mayor presupuesto?

De hecho, desde el lado administrativo, trabajamos nosotros con proyectos y estos proyectos se autorizan con esa vía de infraestructura. Un internado siempre tiene algo que hacer, algo que mejorar. No descuidando lo que es un espacio de donde los jóvenes duermen, tenemos el espacio de módulos de producción también que hay que invertirle. Entonces, sí hemos realizado proyectos, se han autorizado y poco a poco hay mejorías, sin duda alguna y creo que esto es algo positivo.

En lo académico se meten proyectos y algunos de ellos son avalados, otros no, pero en cada gestoría, así como antecedieron los demás directores, se ha ido realizando este proceso sin descuidar el lado académico.

¿Se aumentó el presupuesto a la Normal de Ayotzinapa en este sexenio o se mantiene igual?

Se ha mantenido. En ese lado del presupuesto no manejamos montos, pero sin duda alguna siento que sí hay pequeños incrementos.

Entrada de la Normal Rural Isidro Burgos en Ayotzinapa. Foto: Abel Miranda / El Sol de Acapulco

¿Ha visto disponibilidad del Gobierno federal para resolver el caso Ayotzinapa?

Creo que en esta administración las intenciones están, pero pues son intenciones. Creo que nosotros, como parte administrativa en este proceso de gestoría, también hemos mostrado la preocupación de decir: se tienen que aclarar los hechos. Entonces, los muchachos estudiantes también, por su parte, exigen la aclaración de estos hechos ocurridos en la noche del 26 y 27 de septiembre.

¿Le ha quedado a deber el Gobierno federal actual a la Normal de Ayotzinapa?

Creo que no nomás es el actual gobierno, los demás gobiernos también siempre han quedado a deber. Yo creo que se tienen que aclarar debidamente, porque eso nos da apertura a que todos estemos en paz.

¿Qué les diría a las personas que son detractoras de la Normal de Ayotzinapa, que los critican por su plan de acción que tiene, como los bloqueos y las manifestaciones que realizan?

Ante estas acciones sí pedimos una disculpa a veces a terceros, pero forma parte del normalismo rural. Entonces, es pedir una disculpa a esas personas. A veces las actividades que los jóvenes realizan tienen como base una exigencia, que es que se aclaren los hechos ocurridos en el 2014.

¿Cómo se solventa económicamente la Normal de Ayotzinapa? ¿Qué ingresos tiene? ¿Reciben recursos de organizaciones o asociaciones?

La Normal de Ayotzinapa, al igual que las demás Normales, tiene un presupuesto en educación superior. Ese presupuesto llega a todas las normales, especialmente pues aquí el presupuesto es un poquito mayor, ya que tiene que darse la alimentación a los jóvenes, el almuerzo, la comida, la cena y sin duda alguna pues es algo que forma parte de un sistema de internado. Lo que es dormitorios, entonces sí tiene que haber un sustento y pues en realidad en la Escuela Normal no cobramos ni fichas de nuevo ingreso, todo es solicitado y pues muchas de las veces tenemos un poco de carencias en cuanto a materiales. Hay que tocar puertas en las diferentes dependencias para que sean atendidas estas necesidades que tenemos como sistema de internado.

¿En estos momentos, cuál es la mayor necesidad que tienen?

Sería un poco difícil decir esto necesitamos. Yo creo que el mantenimiento a las diversas áreas es necesario. Desde arreglar una tubería, desde lo que es el sistema de luz, de alumbrado dentro de la Escuela Normal, son diversas necesidades, así que pues tratamos de solventarlas.

¿Cuántas hectáreas forman parte de la Normal?

En dato específico no les sabría decir. De todo el terreno más o menos estamos hablando de unas 17 hectáreas más o menos.

Veo obras que se están haciendo, ¿cómo va ese proyecto?

Se inició en el 2022, se nos avala, junto con el Comité Estudiantil, lo que es un dormitorio, que en la infraestructura anterior ese dormitorio ya estaba por caerse. Entonces, sí se vio la necesidad de que trabajáramos junto con el Comité Estudiantil y la dirección la gestoría de la construcción de un dormitorio.

Está la tradición de que los de recién ingreso deben de acomodar el inmobiliario para que sus compañeros de cursos avanzados puedan tomar clases. Foto: Abel Miranda / El Sol de Acapulco

Se nos avaló el proyecto, sí, pero sin duda alguna el monto que se nos avaló no es suficiente. Entonces va a quedar todavía por hacer la gestoría de la conclusión de ese dormitorio, que daría apertura a 72 espacios.

Es para 72 estudiantes. 72 estudiantes que van a estar en ese dormitorio, que ahorita hicimos el reajuste y los jóvenes en algunos espacios académicos se les autorizó para que los ocuparan como dormitorios.

¿Qué opina usted de toda esta estigmatización que se ha hecho tanto a los estudiantes como a los egresados de la Escuela Normal de Ayotzinapa?

Hablar en general de cómo se ven nuestros estudiantes fuera de la escuela, muchas de las veces no se conocen las causas. Se critica sin conocer la esencia, pero así como nosotros salimos a los diferentes contextos a realizar prácticas en este proceso de formación, tenemos sin duda algunas observaciones positivas.

Los alumnos prestan atención a la clase donde están viendo "Los problemas y desafíos de la educación básica en México”. Foto: Abel Miranda / El Sol de Acapulco

Cuando aprenden a conocer a los estudiantes entienden por qué se comportan así, que muchas de las veces lo que ven y escuchan no es igual cuando un alumno está desenvolviéndose pedagógicamente dentro de un aula, dentro de su proceso formativo. Cambia la visión cuando aprenden a conocer a nuestros alumnos.

Entonces, creo que es lo más positivo que tenemos. El día de ayer tuvimos, con lo que pasó con Otis, los jóvenes que están ahorita en cuarto grado, entramos a un programa que fue regularizar alumnos de lo que es la región de Acapulco y Costa Grande a través del único medio, el único recurso que fue el teléfono. Se regularizaron más de 500 niños en esos contextos y estamos satisfechos con esa regularización.

Entonces se tiene otra visión, quiérase o no, de nuestros alumnos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa.

Desde el 2014 a la fecha, ¿la matrícula ha aumentado, ha bajado, se ha mantenido, cómo se ha movido en estos 10 años?

De hecho, seguimos manteniendo la misma matrícula. Tenemos 120 ingresos a licenciatura en primaria y 45, hoy en día, con plan 2022 de la licenciatura plurilingüe. Por lo regular no hay bajas. Digamos que nos preocupe que no podemos tener completa la matrícula, siempre hay aspirantes.

Murales con temas de lucha social decoran las paredes de la Normal de Ayotzinapa. Foto: Abel Miranda / El Sol de Acapulco

Se ha dicho que en Normales Rurales se le ha puesto más atención al asunto político y no al asunto académico, ¿ustedes cómo le hacen para poder equilibrar estos dos temas?

Sin duda alguna creo que es una característica de las Normales Rurales. Nosotros tratamos siempre de tener una plática con los jóvenes y decir: es importante lo político porque es parte de las escuelas normales, pero también un elemento importante es lo académico.

Si ustedes comparten el 50 por ciento académico y el 50 por ciento político serán unos excelentes docentes. Entonces, siempre hemos trabajado con ellos en sensibilizar sobre lo importante que es estar dentro del aula de clases, tratar de regularizar, identificar dónde tenemos a nuestros alumnos con alguna necesidad educativa y tratar de regularizar. No ha sido fácil, es cuestión de dialogar siempre, porque todos pensamos diferente.

¿Algo más que quisiera agregar?

Que aprendamos a conocer y nos demos la oportunidad de conocer a los jóvenes profesores en formación y que les demos una oportunidad. Tenemos ya ahorita solicitudes de practicantes en las diferentes escuelas primarias y esto es algo positivo. Entonces es eso: darnos la oportunidad de aprender a conocer a los estudiantes. No todo es malo en Ayotzinapa.

¿Este año se implementó la maestría en educación rural?, ¿qué se busca con ella?, ¿cuántos alumnos van a tener?, ¿cómo va a ser el proceso?

Es un trabajo que hemos realizado de lo que es la maestría en educación rural.

Trabajamos lo que es el codiseño de este programa junto con 12 docentes, que tenemos de la misma institución educativa, que nos asesoramos con la Universidad Campesina Indígena en Red (UCI-RED) de Puebla y fueron cuatro años de arduo trabajo de ver qué tipo de asignaturas y hacia dónde queríamos ir para elevar la calidad de nuestros mismos docentes que son egresados de la Normal de Ayotzinapa y que ellos sin duda alguna ya con esa experiencia que tienen dentro del campo laboral puedan decir: tengo esas debilidades y quiero fortalecerlas.

Entonces se abre la maestría en este ciclo escolar con una matrícula de 30 alumnos, 30 profesores. Es una maestría mixta, tenemos cuatro maestras que decidieron participar en la maestría en educación rural con énfasis en grupo multigrado, entonces creemos que seguimos todos los protocolos de selección para tener a los mejores profesores y que sin duda alguna nuestro propósito es elevar la calidad también de nuestros maestros que están en servicio y es una oportunidad que tienen en casa.

¿Los 30 maestros de la maestría van a quedar también como internos?

No, la maestría en educación rural es externa. Trabajamos los viernes de 16:00 a 20:00 y los sábados de 8:00 a 14:00 horas. Son profesores externos. No tienen derecho al sistema de internado. Entonces, nosotros ofertamos lo que es la capacitación.