"Fue mi debut y despedida como entrenador de Los Avispones; le ganamos a Iguala tres goles a uno y veníamos muy contentos. Fue cuando llegó la agresión a balazos", recuerda el que en papel fungía como preparador físico del entonces equipo de Tercera División profesional Avispones de Chilpancingo, Jorge León Saenz, y quien resultó herido a balazos la noche 26 de septiembre del 2014 en Iguala y a 10 años de distancia no ha vuelto a dirigir o preparar un equipo profesional.
“Apoyos sí hemos tenido todos y suficientes, además de que las demandas siguen y de acuerdo con los abogados habrá más”, explicó quien ahora dirige un taller de motocicletas en Chilpancingo.
En el 2014 Jorge León tenía poco menos de un año de haber concluido la carrera profesional como técnico de futbol, entonces presentó su propuesta para ser el entrenador del equipo Avispones, sin embargo, explicó que el puesto ya se había otorgado de manera política y sólo lo integraron como preparador físico de los jugadores, a pesar de ello, él es quien llevaba todo el esquema de juego, la preparación y la toma de decisiones en la cancha.
Recordó que había tenido diferencias con tres o cuatro jugadores que se oponían a cambiar la estrategia con que se había venido entrenando al equipo, y justamente ese día estos jugadores reconocieron que las estrategias y técnicas sí dieron resultado contra Iguala y por ello lograron el triunfo.
“Veníamos muy contentos, en el primer par de asientos el entrenador oficial Pedro y yo”, al llegar al puente elevado en la salida de Iguala, se encontraron con una fila de autobuses y una camioneta descompuesta que les impedía el paso. Entonces recuerda que fue cuando vieron pasar el convoy de camionetas de la Policía, que después vieron en las imágenes del C4 que es en las que se llevaron a los estudiantes de Ayotzinapa.
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Frente a ellos, la camioneta supuestamente descompuesta no permitía que avanzaran y se bajó para preguntar que pasaba. Les dijeron que había una avería, por lo que les dijo a los jugadores que bajaran para ayudar a empujarla y abrir la carretera, entonces les dijeron ya arrancó y la movieron, de esa manera ellos pudieron pasar hasta el crucero de Santa Rosa donde fueron atacados a balazos con el lamentable saldo de un jugador y el operador del autobús fallecidos, así como varios lesionados.
Fueron policías quienes nos atacaron, asegura Jorge León
Al momento de la agresión, León Saenz se estaba quedando dormido, y el olor a pólvora y los primeros disparos lo hicieron despertar; el autobús se descontroló y se fue hacia la cuneta. Cuando se detuvo, estaba semienterrado y por ello la puerta quedó completamente atorada.
“Uno de los agresores se acercó al camión, yo fui hacia la puerta y traté de controlarme; recientemente un amigo que es policía federal me había explicado que en una situación de riesgo nunca debe contradecirse a los agresores porque ellos responderán con un ataque. Me dijo abre la puerta y le dije 'sí pero está atorada; somos un equipo de fútbol, vienen niños'”.
Lo siguiente que hizo fue acercarse al conductor que tenía los balazos en el pecho; le pidió que le enseñara a abrir la puerta y le explicó que debería colocarse en el asiento y jalar unas palancas, al hacerlo los controles se quedaron en su mano porque las balas los habían dañado.
“Ustedes lo dañaron y no se puede abrir, pero somos un equipo de futbol si quieres que te lo demuestre te paso las credenciales, los uniformes, los zapatos, lo que quieras para que veas que somos futbolistas”.
"Esa persona era un policía y pienso que federal, por su complexión, su masa muscular y su forma de conducirse, además de que yo ví las torretas y sé que eran patrullas. Otro de los agresores se acercó y le dijo: Éstos no son, ya la cagamos ¿y ahora qué hacemos? Entonces la respuesta fue: Hay que matarlos porque no queremos testigos”, recordó
Para ese momento ya había carros parados en ambos sentidos de la carretera y al parecer eso fue lo que los detuvo de asesinarlos; se subieron a sus vehículos y se retiraron pero antes hicieron una última ráfaga de disparos al camión.
Las balas de la noche de Iguala le dejaron secuelas en su brazo
Jorge León muestra con pesar la mano en que recibió el disparo; sus tendones que mueven los dedos meñique y anular fueron lastimados y aunque logró recuperar movimiento no fue al 100 por ciento y sus dedos no quedaron rectos además de que no puede doblar la mano mientras está apuñada.
También tuvo una lesión en un ojo en el que se le desprendió la retina, pues una de las balas que pasó aproximadamente a 10 centímetros de su cabeza y sólo la onda expansiva es la que lo golpeó.
Esa misma onda le destruyó el tabique nasal que tras operaciones y tratamiento pudo restablecerse.
"Al inicio mi familia tuvo que pagar las operaciones, vendí mi moto Harley Davidson, para pagar parte de las atenciones médicas y todo lo que implicó la recuperación, porque no podía ir al taller, me prohibieron el polvo y en la casa estaban construyendo así que estuve de arrimado, afortunadamente todo el gasto nos lo repusieron, incluso con eso pude comprar la moto de mis sueños una Ducatti”, recuerda Jorge.
Integrantes de Los Avispones recibieron apoyos del gobierno
A 10 años de la traumática experiencia indica que los apoyos que el gobierno les ha dado son muchos y suficientes; a los jóvenes les ofrecieron becas para todos de tal manera que pudieron estudiar en la escuela que quisieran.
Sé que algunos si lo aprovecharon, otros no
En el futbol ninguno de los entonces jugadores de Los Avispones logró trascender y llegar a un nivel de primera o al menos segunda división, el único logro que recuerda de un jugador de ese equipo fue el de un joven que se fue al equipo de Chiapas y con ellos llegó a una final en tercera división, que la perdieron, pero llegó y la jugó.
Entre los apoyos que recibieron cada uno de los jugadores y cuerpo directivo que viajaban en el autobús, les regalaron una casa de las que se construyeron para reubicar a los damnificados de las tormentas Ingrid y Manuel que se habían registrado un año antes de los hechos de Iguala.
También confirmó que han recibido pagos económicos desde el gobierno federal a manera de reparación del daño, pero muchos han tenido que ser entregados de forma extraoficial, porque un detalle que les hizo ver el abogado es que si todo lo hacen encuadrados en la legalidad se generaría una jurisprudencia y en el futuro todos las victimas tendrían que ser indemnizadas por el estado.
Entonces, ¿cuánto ha recibido cada jugador?, se le cuestionó; “suficiente, algo bien”, respondió para no dar detalles
Mientras se encontraba en recuperación por los impactos de bala y el severo daño en el ojo, el entrenador fue despedido de su trabajo, por ello hasta el momento se mantiene vigente una denuncia por despido injustificado.
Asimismo ha acudido a 4 equipos de Tercera División para ofrecer sus servicios profesionales como entrenador.
“Los he convencido de ver resultados, les propongo incluso hacerlo sin cobrar y sacer del hoyo a equipos que han ganado uno o dos partidos en una temporada, pero he encontrado resistencia porque eso podría acabar con su modelo de negocios, en los que los padres son prácticamente extorsionados”.
A pesar de ello, indicó que no desistirá porque se siente muy capaz de lograr un buen resultado en un equipo de Tercera División.
Jorge León buscó formar un equipo en la normal de Ayotzinapa
Otro de sus intentos por regresar al fútbol fue acercarse a los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa y les propuso hacer un equipo con un nivel competitivo más alto que el de Avispones y más alto que el de las Águilas de la UaAGro.
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“Ahí hay suficientes jóvenes que pueden ser muy competitivos, sólo les falta aprender técnica, están todo el día en la escuela, tiene hogar, alimento, el estadio y muchas facilidades más.
“Lamentablemente creo que me vieron como si fuera espía porque fui a ofrecerles trabajar de gratis y hasta mudarme a la escuela si fuera necesario y al final me rechazaron”.
Publicado originalmente en El Sol de Acapulco