El 2021 nos continuó retando en todas las actividades académicas, familiares, laborales, deportivas y de entretenimiento. Tal vez la frase más mencionada en un análisis del discurso es y seguirá siendo en las plataformas digitales: “Tienes el micrófono apagado”. Además, contrario a lo que se piensa en el patíbulo de Palacio Nacional, las y los profesores preparamos más nuestras sesiones para poder mantener, y aunque usted no lo crea “entretener a nuestras audiencias” y captar su atención en 120 minutos.
La inseguridad y los mensajes confusos de Hugo López Gatell, subsecretario de Salud, con respecto al Covid-19 escribieron más allá de cifras de muertes, muchas historias de familias mexicanas que no la pasaron nada bien. Los datos de inflación en la canasta básica no muestran un arcoíris en el 2022. Sin embargo, para muchos “tenemos al presidente más popular en la historia”, lo que no es lo mismo “al mejor”; el que brinde los mejores resultados en los indicadores sociales y económicos. En fin, vamos a la mitad del camino, y como dijo el ciego: “Ya veremos”.
Las audiencias regresamos a los conciertos y competencias deportivas. Después de meses pude regresar a un estadio de futbol, y fue durante la goleada de mis poderosísimas Águilas del América en el mismo estadio de las Chivas; meses después esa victoria no sirvió de nada, por los pésimos resultados del Solarismo, que no sabe jugar liguillas. Por otra parte, me seguí preparando académicamente para los retos de la comunicación política y ganamos un torneo de futbol con todo y su talacha; obviamente también aprendí a continuar conviviendo con las derrotas, de las cuales se aprende mucho más.
El 2022 nos continuará retando, y lo más importante debería ser, que todas y todos respetemos las leyes y compitamos con nosotros mismos para conseguir todos nuestros objetivos dentro y fuera de la cancha.