Osvaldo, Cartonista, dibujante
Nadie en su sano juicio habría considerado vivir una pandemia fuera de un guion televisivo o cinematográfico, pero como siempre nos han dicho y poco hemos valorado, la realidad supera por mucho a la ficción.
El 2021 ha sido un año apoteósico si de sobrevivir se trata, porque lo que en el 2020 parecía algo lejano en éste llegó y nos tocó la puerta a todos, eso de los contagios era contado como ese viejo adagio de que le dio al primo de un amigo de mi vecino al que casi nunca veo, el círculo de contagiados se fue cerrando, hasta que llegó a nuestra familia, a nuestros amigos más cercanos.
Afortunados aquellos que sólo se contagiaron y que luego de un encierro y medicamentos los volvimos a ver para que nos contaran sus experiencias, desgracia para aquellos que supimos que padecían de Covid y nunca más los volvimos a ver.
Esto me pasó y seguramente a muchos de los que leerán esto también, a todos ustedes les envío mis condolencias y un abrazo virtual.
Lo que sigue (para los que seguimos) es aprender de todo esta calamidad, valorar a los que nos rodean y con los que convivimos; lo atípico se volvió parte de lo cotidiano, lo atípico sustituyó en gran medida a la rutina, por eso es momento de sorprender a la vida misma, buscar vivir de una forma más sana, cuidando lo que se come, lo que se bebe y con quién se convive, aún nos falta ver a México ser campeón en un mundial y a Chabelo llegar a la mayoría de edad, pero necesitamos estar vivos para lograrlo…cuídese.
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