Sara Lovera, Decana del periodismo feminista
2021 para mí fue un año de claroscuros. Muy emocionante resultó pensar que se puede enfrentar la pandemia con mis dos vacunas. Tuve menos anuncios de amigos y personas cercanas que nos dejaron, pero se mantuvo un cierto temor.
Si me encaran, tengo que decirlo, fue un año fantástico, sentir que encontré un nuevo timón para el trabajo profesional, periodístico. Un rete reorganizar mi vida en pareja, sorpresiva, importante, alentadora. Disfruté con paciencia y alegría a mis tres nietas, una promesa feminista: encantadoras e inteligentes, sin duda nuevos horizontes.
El mundo me duele todavía, por la inflación, la toma de decisiones gubernamentales, la persistencia de las autocracias, la impunidad y la injusticia, tanto como las polémicas globales. El 2022 se ofrece lleno de expectativas, como cada recuento, como cada balance, este que viene tiene que ser mejor. Preparada estoy para los debates, y para las creaciones. Ahora lo que no debe esperar es continuar aquí en diálogo con las y los lectores, con los asuntos que reportear y donde cuestionar. Para 2022 les entrego con mi corazón, que aún late. Espero su energía, claridad e inteligencia con el trazo del nuevo camino ¡A seguir pues!