POR YAZMÍN ALESSANDRINI
La infancia nunca dura, pero todo mundo se merece una. Y sí,con esta bonita frase de la escritora Wendy Dale nos podemos darcuenta que cualquier adulto alrededor nuestro indefectiblementetuvo que ser niño… hasta nuestros políticos. Sí, esospersonajes a quienes frecuentemente vemos tan ajenos y distintos anosotros en alguna ocasión de sus vidas estuvieron rodeados dejuegos, amiguitos, fantasías y muchas ilusiones con respecto a unfuturo que, sin que se dieran cuenta, los alcanzó.
Por eso, en este “Día del Niño” nos dimos a la tarea deplaticar con algunos de nuestros políticos que, viéndolo bien, siuno se fija detenidamente en sus miradas, son producto de suinfancia, como Alejandra Barrales Magdaleno, lapresidenta nacional del Partido de la Revolución Democrática(PRD), quien nos presumió que de niña, en el Colegio LosÁngeles, que por cierto era una escuela de monjas, le tocó serparte de la escolta y en el recreo no dejaba de jugar voleibol ybaloncesto; además, recordó con cariño que el primer libro queleyó fue “Juan Salvador Gaviota” de Richard Bach.
A su vez, Margarita Zavala asistió al ColegioAsunción, por sorprendente que parezca le gustaba el futbolamericano. Nació entre libros, el que más recuerda Los SieteSecretos de Enid Blyton. En la tele veía a La mujer biónica y deanimalitos favortios si bien no tenía un a mascota en especial,veía las series Flipper y Skippy. De niña quería ser astrónoma.Y su juguete preferido eran las pelotas.
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Por su parte, Miguel Ángel Mancera, jefe deGobierno de la Ciudad de México, desde muy pequeño, entre buenascalificaciones (cursó la primaria en la Escuela “MiguelAlemán”) y las historias de Hans Christian Andersen, Mancera selas arreglaba para cumplir con sus deberes escolares, soñar conser como Superman (su superhéroe favorito) y pasar largas horasmontado en su juguete predilecto: un coche de pedales. Pero cuandono podía salir a la calle le gustaba sentarse frente al televisorviendo las aventuras del Correcaminos y el Coyote, y disfrutar delas repeticiones de la película que más lo emocionaba: “Solocontra el mundo” con William Holden y Ricky Schroeder... ¡Todoun clásico!
Y a quien también le tocó ser abanderado en su escuela, alláen el Colegio Cristóbal Colón, fue a Alfonso NavarretePrida, secretario del Trabajo y Previsión Social, quiense destacó por ser un niño con muy buenas calificaciones (tenía9.9 de promedio) y por estar en la banda de guerra. Al igual que laperredista Alejandra Barrales su primer libro fue “Juan SalvadorGaviota” y su pasatiempo favorito era jugar futbol soccer, perolo que más recuerda de su infancia es que siempre estuvoacompañado de una mascota, lo que le permitió desarrollar unagran empatía con los animales, principalmente los perros, conquienes se divertía durante horas jugando con ellos ycuidándolos.
EL GÜERITO QUE SOÑABA CON JUGAR EN LOS PUMAS
Otro niño de infancia muy feliz fue Aurelio NuñoMayer, quien reconoce que jamás le tocó pertenecer a laescolta de su escuela, pero si recuerda que todo el tiempo se lapasaba pateando la pelota, ¡amaba el futbol soccer!, tanto que sugran sueño era jugar en el equipo Pumas de la Universidad NacionalAutónoma de México (UNAM). Para él su primera aventura literariasiendo un niño fue leer “El Libro de la Selva” de RudyardKipling.
Pero si de leer se trata el niño más adelantado en este temaera el secretario de Hacienda y Crédito Público, JoséAntonio Meade Kuribreña, quien se la pasaba leyendo todoel “Los Hardy Boys” de Edward Stratemeyer, la saga de “LasCrónicas de Prydain” de Lloyd Alexander y todos los libros deSherlock Holmes, personaje creado por Sir Arthur Conan Doyle. Sinembargo, el niño José Antonio estaba muy lejos de ser un nerd. Alcontrario, varias veces fue sorprendido por sus padres haciendotravesuras en casa vestido como “El Hombre Araña”, su súperhéroe favorito y cuando lo dejaban salir a la calle paseaba porhoras montado en su bicicleta.
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El secretario de Turismo, Enrique de la MadridCordero, de niño también fue un muy buen estudiante enla primaria Escuela Moderna Americana y desde aquellos días yasabía a que quería dedicarse de grande: ¡A ser un servidorpúblico!, como su papá, quien fue Presidente de la República. Sulibro favorito de niño fue “Lawrence de Arabia” de John Mack ysu personaje histórico predilecto el emperador romano JulioCésar; pero con lo que se entretenía era leyendo sus historietasde Batman y Robin, y también jugando al futbol, al tenis ycorriendo; mientras que para distrarse encendía el televisor parasintonizar a Ultramán, un súper héroe japonés muy famosodurante la década de los setentas.
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LOS SÚPERCAMPEONES…
Y dentro de ese mundo de juegos infantiles, hay que destacar quedos actuales funcionarios de alto nivel lograron destacar en elmundo de los deportes, a grado tal que uno llegó a ser ¡campeónnacional infantil de bádminton! y otro es considerado uno de losmejores pelotaris de nuestro país.
Me refiero a Gerardo Ruiz Esparza, Secretariode Comunicaciones y Transportes, quien fue un niño muy estudiosoen el Instituto Cumbres y entre sus gustos infantiles tuvo el libro“El viejo y el mar” de Ernest Hemingway, la biografía dellibertador venezolano Simón Bolívar y moría de la risa con lacaricatura del “Correcaminos y el Coyote”. Pero mientrasllegaba la edad adulta para convertirse en abogado como su abuelo,Gerardo tuvo tiempo para convertirse en el campeón nacionalinfantil de bádminton, deporte que jugaba muy bien.
Otro as del deporte es Mikel Andoni ArriolaPeñalosa, director general del Instituto Mexicano delSeguro Social, (IMSS), quien estudió desde el kínder hasta lapreparatoria en el Colegio Hamilton en Real de las Lomas y ademásde tener entre sus gustos infantiles el libro: “Ulises Criollo”de José Vasconcelos; la caricatura “Tom Sawyer” y el programade “Los Polivoces”; se disciplinó a grado tal jugando jai alai(pelota vasca) que de niño, adolescente y ahora de adulto esconsiderado uno de los mejores exponentes de este deporte a nivelnacional. ¡Nadie le gana!
¿Y LOS NIÑOS DE PROVINCIA?
En Quintana Roo, cuando todavía no eran los días de latelevisión (ni en blanco y negro ni a color), un niño llamadoPedro Joaquín Coldwell, que de adulto seconvertiría en el Secretario de Energía, transcurría sus horas ysus días escuchando la radio, principalmente la XEW y algunasestaciones cubanas que se lograban sintonizar en la isla deCozumel, de donde es oriundo; pero su máximo deleite eran leer sushistorietas de “El Fantasma” y enterarse de las proezasdeportivas de un beisbolista llamado Mickey Mantle, quien graciasal poder de sus batazos brilló fulgurantemente con los New YorkYankees. ¡Era su ídolo!
Por su parte, en territorio mexiquense, en el municipio deEcatepec para ser más exactos, el niño EruvielÁvila (hoy gobernador del Estado de México) se destacópor ser un estupendo estudiante en el Colegio Hispano, donde a lahora del recreo de lucía como basquetbolista; mientras que en sucasa leía y leía y leía su libro de lecturas de español detercer año de primaria, porque le encantaba y también disfrutabade ver en la televisión “El Show de Cantinflas” y se admirabade las aventuras del gran Kalimán. Pero cuando sus papás le dabanpermiso de salir a la calle salía presuroso con patineta y con lasbolsas del pantalón llenas de cochecitos, para jugar meta…aunque sus ojos constantemente miraban hacia el cielo, porquesoñaba con ser piloto aviador.
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Y allá en el norte, nos cuentan que el niño JoséReyes Baeza Terrazas, actualmente director del Institutode Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado(ISSSTE), desde muy pequeño se apasionó por el futbol americano ydurante el recreo, en el patio de la Escuela Primaria “MelchorOcampo” de su natal Delicias, Chihuahua (¡sí, acudiría a unaescuela “de Gobierno”, no “de paga”) se lo demostraba a suscompañeritos, pero también se daba tiempo para pensar en elfuturo, añorando convertirse en abogado. Pero como todavíafaltaba mucho tiempo para eso se entretuvo leyendo su librofavorito, “El viejo y el mar” de Ernest Hemingway” y viendosu caricatura predilecta: “El Correcaminos y el Coyote”.
Finalmente, Pedro Pablo Treviño Villarreal,director general de la Lotería Nacional para la AsistenciaPública, recuerda que cursó la primaria en el Instituto Irlandésde Monterrey y que sus deportes preferidos eran eran la natación yla equitación; al tiempo que su libro, superhéroe, caricatura,serie de televisión y juguete favoritos eran “El Principito”de Antoine de Saint-Exupéry, Supermán, “Los Picapiedra” y“Speedy González”, “Los Dukes de Hazard” y un helicóptero¡que sí volaba!, respectivamente. Sin embargo, su más grandeanhelo desde niño es ser Presidente de la República. ¿Loconseguirá?
LA INFANCIA DEL PRESIDENTE
Finalmente, antes de trabajar como Presidente de la República,el niño Enrique Peña Nieto cursó su educaciónbásica en el Estado de México, primero en la Anexa a la EscuelaNormal, después en el Colegio Plancarte y en la Anexa Urbana a laNormal de Profesores “Eudoxia Calderón”, las dos primeras ensu natal Atlacomulco y la tercera en Toluca. Desde esos díasdescubrió que su pasión era el futbol soccer y su superhéroefavorito era “El Hombre Nuclear” (que en la televisiónprotagonizaba el actor Lee Majors)… Obviamente su juguetefavorito era este hombre biónico que tenía unos horribles pantsrojos y una lupa en el ojo derecho.
Cuando sus papás le daban permiso de salir a la calle salíaforrado con sus cochecitos de juguete y en el suelo del parque deLas Fuentes, en Atlacomulco, con gis blanco pintaba una pista decarreras para competir con sus cuates. Siempre prefirió eso a verla televisión. Pero cuando llegó la hora de ponerse a pensar enserio, en la secundaria, su primer deseo fue convertirse enGobernador del Edomex, objetivo que consiguió.
¡Felicidades a todos los niños, a los que son políticos y alos que no lo son!
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