Para los especialistas en análisis político los jóvenes millennials, la generación que comprende a los ciudadanos entre 18 y 32 años de edad, serán los que inclinen la balanza electoral para definir al próximo presidente de la República en las elecciones del 1 de julio, debido a que representan el 41 por ciento del padrón electoral.
En entrevista para El Sol de México Roberto Morris explica que en este momento del proceso electoral la tendencia indica que los millennials están inclinando su simpatía política hacía Andrés Manuel López Obrador en un 38 por ciento, mientras que por Ricardo Anaya se siente atraído un 30 por ciento de estos eventuales votantes; a la vez que por José Antonio Meade, sólo un 17 por ciento de estos jóvenes comulgaría con él al momento de sufragar.
Estos resultados demoscópicos, señala el consultor especialista en comunicación política, se interpretan de dos maneras: en principio que los millennials muestran un sentimiento anti PRI, lo cual indica un hartazgo generalizado de la población, derivado de la baja aceptación hacía las administraciones priistas.
El segundo aspecto es que la empatía que despierta López Obrador hacía estos jóvenes votantes se debe a un discurso antisistema más poderoso que el de Ricardo Anaya, quien en teoría por edad (38 años) debería tener más afinidad con los millennials.
Recuerda que esta población, la cual votará por primera vez, creció con la figura del candidato de Morena como un símbolo, cuya imagen en estos 12 años, representa la lucha contra un régimen.
Subrayó que los millennials han crecido con esa retorica anti sistémica del PAN y el PRI desde que eran adolescentes, y su desarrollo como generación los caracteriza, en cuanto a gustos, con todo lo que sea disruptivo.
Sin embargo, el analista acota que en cuanto a propuestas los millennials no se identifican con las de ninguno de los 3 candidatos, y estos, tampoco han elaborado propuestas concretas para ellos, “es más la forma que el fondo del apego de esta población hacía Andrés Manuel”, indica.
Subraya que los hábitos de esta generación, los hace pensar en soluciones globales que resuelvan sus necesidades, que van desde tener mejor acceso a transporte para ahorrar y tener un teléfono celular para luego desarrollar con en él soluciones en su vida cotidiana o acceder a mejores créditos para emprender sus negocios, y esas soluciones que impliquen todo un paquete de respuestas a su vida cotidiana no las tienen.