Morena, el grupo parlamentario que controla el Senado de la República, ve como viable el modelo de despenalización de la marihuana establecido en Uruguay, el primer país de América Latina donde se puede producir, vender y consumir.
“Una Ley de Amnistía sería un enorme paso para no criminalizar la pobreza, pero se vería reforzada de manera importante por una legislación que despenalizará el consumo, producción y venta de drogas”, propone Ricardo Monreal Ávila, coordinador de los senadores de Morena en el Senado de la República.
En Uruguay se despenalizó la producción, venta y consumo de cannabis, así como se prohíbe la publicidad para la droga y su consumo en lugares cerrados, recuerda el ex gobernador de Zacatecas.
“Una ley de despenalización de las drogas beneficiaría a quienes la cultivan y que hoy no sólo realizan ese trabajo bajo el enorme riesgo de terminar en la cárcel, sino que reciben por ello una paga la mayoría de las veces injusta y no tienen posibilidad de reclamar cualquier irregularidad o agremiarse para buscar, de manera legítima, mejores condiciones laborales”, señala uno de los hombres de todas las confianzas de Andrés Manuel López Obrador.
La iniciativa de Monreal Ávila es parte del desafío para trazar la cuarta transformación, una idea de gobierno planteada por López Obrador desde el 1 de julio de 2018. Adicionalmente se alinea con la Suprema Corte del país (SCJN), que declaró inconstitucional la prohibición absoluta del consumo recreativo del cannabis.
“El derecho fundamental al libre desarrollo de la personalidad permite que las personas mayores de edad decidan sin interferencia alguna qué tipo de actividades lúdicas desean realizar", dijo la Suprema Corte, que admitió dos amparos contra la prohibición absoluta del uso recreativo de la marihuana.
La discusión legislativa en la legalización de la marihuana debe centrarse en estudiar las evidencias y escuchar las voces autorizadas para conocer el impacto de las distintas drogas en el organismo, y su comparación con los efectos que provocan otras, comenta el ex jefe delegacional de la Cuauhtémoc.
Otro de los modelos analizados Ricardo Monreal fue el instaurando en Chile, una nación que legalizó la producción de cannabis con fines medicinales y con autorización del Estado.
También revisó lo realizado en Holanda, un país donde se permite el consumo personal de cannabis en establecimientos específicos y se permite para uso medicinal.
El senador también consideró lo que se realizó en Estados Unidos, en donde al menos 30 estados aprobaron el uso médico de cannabis y nueve estados permiten el uso lúdico de cannabis.