De diez mujeres que son asesinadas diariamente en México, al menos una de ellas es una niña, alertó el colectivo Pacto por la Primera Infancia, quien señaló como urgente la respuesta del Estado mexicano ante el alarmante clima de violencia hacia niñas y niños en el país.
De acuerdo con el balance anual 2019 “Infancia y Adolescencia en México, entre la Invisibilidad y la Violencia”, elaborado por la Red por los Derechos de la Infancia en México, tan solo en los primeros siete meses de 2019 hubo un incremento de 13.5% de muertes de niñas y adolescentes menores de 14 años, frente al número de casos de 2018.
Afirmó que es impostergable que tanto el Gobierno Federal como los estatales tomen medidas al respecto “y que reconozcan la dimensión de la tragedia y el incremento de la violencia de género hacia niñas y adolescentes”.
Tras señalar que es indispensable atender el machismo y la violencia estructural, Pacto por la Infancia dio una serie acciones que pidió aplicar de inmediato:
- Prevenir, combatir y castigar la violencia sexual infantil.
- Fortalecer los mecanismos de denuncia y protección de las mujeres víctimas de la violencia.
- Fortalecer los mecanismos de búsqueda y respuesta inmediata en caso de desapariciones. Fortalecer las investigaciones y sanciones a los responsables.
Finalmente, refirió que esta emergencia conlleva a que los gobiernos se asesores de los especialistas y organizaciones de la sociedad civil que “han trabajado el tema por años y que permitirían la elaboración de propuestas serias y no respuestas improvisadas”.
Caso Fátima
El asesinato y tortura de Fátima, una niña de siete años hallada dentro de una bolsa en un predio de la alcaldía Tláhuac, disparó la indignación y la presión sobre el Gobierno mexicano.
Sin haberse recuperado todavía de la conmoción por el asesinato la semana pasada contra Ingrid, descuartizada presuntamente a manos de su pareja, México tiene de nuevo un crimen escabroso contra una mujer.
El cuerpo de Fátima fue encontrado este fin de semana en una bolsa de plástico y con signos de tortura en la alcaldía Tláhuac, cerca de Santiago Tulyehualco, donde vivía con su familia.
La última vez que se vio con vida a la niña de siete años, fue el pasado 11 de febrero. Cuando su madre llegó 20 minutos tarde a recogerla al colegio, otra mujer, cuya identidad todavía se desconoce, ya se la había llevado, según recogen las grabaciones de las cámaras de seguridad de la zona.
La Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México informó que se investiga si el crimen fue un feminicidio y ofreció una recompensa de dos millones de pesos para encontrar a los responsables.
"Yo quiero que me apoyen, porque hoy fue mi hija, mañana puede ser la de ustedes", expresó desconsolada la madre ante la prensa.