La Organización Mundial de la Salud hizo un llamado a que la ciudadanía mantenga las medidas de contención de la propagación del virus que provoca Covid-19 como el aislamiento social y el lavado de manos, mientras se realizan los procesos de evaluación de las distintas vacunas, para que cumplan con “ciertas normas internacionales y de certificación”, al estar orientadas a la inmunización de distintos segmentos de la población.
Tras destacas que las vacunas contra Covid-19 se desarrollaron en tiempo récord, Ana María Henao Restrepo, especialista de vacunas de la Unidad de Preparación y Respuesta Rápida en situaciones de Emergencia de la OMS, dijo que si bien es importante llegar a la vacuna, mientras llega la fórmula “se pueden implementar las medidas como distancia social, el uso de mascarillas y el lavado de manos para prevenir a corto plazo”.
Durante el seminario virtual La cobertura sobre las vacunas de Covid-19. Lo que los periodistas deben saber, impulsado por el Centro Knight, de la Universidad de Austin Texas, OMS la UNESCO y el PNUD, Restrepo afirmó que cuando un comité recomienda una vacuna el trabajo es enfocarse a hacer las evaluaciones de riesgo y veneficios, por lo que se analizan los riesgos ante la enfermedad, el perfil de la vacuna y los beneficios de la vacunación, de esa manera la vacunación es recomendada.
Durante más de tres horas especialistas epidemiólogos, en el desarrollo de vacunas y estrategias de vacunación, así como periodistas convocados de todo el mundo analizaron los desafíos ante la pandemia, el impacto de las nuevas variantes del virus SARS CoV2 u la desinformación o la otra pandemia de la información: infodemia, que se presenta a la par de los avances científicos.
Guy Berger, representante de a UNESCO, indicó que mientras se desarrollan las vacunas y las estrategias de vacunación para lograr la inmunización de la población ante la pandemia, se requiere que los periodistas colaboren con lo que llamó la “inmunización global”, contra la infodemia pero también estar vigilantes en un proceso sin precedentes en el que “necesitamos saber qué está pasando con la vacuna, la vacunación, los contratos y negociaciones con las farmacéuticas, saber las desigualdades que ello representa, la disponibilidad”.
Hizo particular énfasis en dar seguimiento a esos contratos de adquisición de las vacunas porque son “las farmacéuticas las que se han beneficiado del financiamiento público y de la investigación pública”.
En consecuencia, los periodistas no sólo están ahí para dar la señal de alarma de la llegada de la epidemia y han ayudado a prepararnos ante la pandemia, ahora también tienen que voltear a ver “los contrato y el gasto de Covid, que sean puesto a escrutinio, discutir de las políticas y acabar con la hipocresía de las figuras públicas”.
Llamó también a ejercer un periodismo que enfrente la desinformación y son ellos los que pueden aclarar la desinformación, aunque eso ha representado que en algunos países “se han visto atacados o encarcelados por su papel en la pandemia”.
Dijo que junto con la OMS trabaja en “apoyar a los periodistas para inmunizar a la opinión pública contra la infodemia y es importante que participen del conocimiento y puedan estar al servicio del público”.
Gabriella Stern, directora de comunicación de la OMS aseguró que “ningún país va a poder evitar la pandemia. No podrá haber recuperación del COVID-19 ni económica si la mitad del mundo sigue luchando, viéndose privada de la vacuna o incluso de los tratamientos”.
La inmunóloga Purvi Parikh, de la Universidad de Columbia dijo que a partir del desarrollo de las vacunas “hay mucha histeria y mucha inseguridad. Es vital transmitir información real y en particular viendo la politización que gira alrededor de las vacunas. La gente debe confiar y los comunicadores deben transmitir información verdadera”.
Mientras que Angela Rasmussen, especialista en vacunación aseguró que hay mucha información errónea sobre las vacunas en general previo a la pandemia y citó como ejemplo los movimientos antivacunas. Señaló que son ellos los que hablan que “las vacunas ARN van a modificar el ADN de las personas. Este argumento es imposible, pero ha tenido éxito en las redes sociales. Las personas que difunden esta información difunden esto en lugares que tienen cierta credibilidad y se difunde como un virus. Es decir, hay personas que no están del todo en contra de las vacunas, pero como ellos han encontrado argumentos en contra de la vacuna lo repiten”.