Después de casi tres meses de su nombramiento al frente de la Secretaría de Gobernación, Adán Augusto López se reunió por primera vez con la cúpula empresarial mexicana, que se agrupa en el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Este encuentro entre el sector público y el privado se dio de forma híbrida durante la reunión del Consejo Nacional del CCE, que encabeza Carlos Salazar Lomelín y que representa a las 12 cámaras y confederaciones empresariales y que engloban todas las actividades productivas y comerciales en el país.
De acuerdo con el CCE, la asistencia del encargado de las relaciones entre el Poder Ejecutivo y todos los actores políticos del país se centró en el diálogo de temas de coyuntura que son de interés nacional y del capital privado mexicano.
La reunión contó con la presencia de los más de 100 consejeros del CCE de forma virtual, así como de dos presidentes de confederaciones como José Abugaber, de la Confederación de Cámaras de Industriales (Concamin) y Héctor Tejada, de la Confederación Nacional que no pudieron asistir al evento de forma presencial, mientras que 10 presidentes de las restantes cámaras y confederaciones se reunieron con el secretario de Gobernación de forma presencial en el Club de Industriales, con las medidas sanitarias correspondientes.
“Hoy tuvimos la reunión de Consejo Nal., donde el CCE y los 12 organismos empresariales que lo conforman, recibimos como invitado al Srio. de Gobernación Adán Augusto López para dialogar sobre temas coyunturales que atañen al país y al sector privado”, señaló el organismo cúpula del empresariado mexicano.
En su cuenta de Twitter, la Concamin, que lidera José Abugaber, destacó que reiteró su preocupación por los altos índices de robo al transporte en carreteras.
“Secretario de Gobernación, Adán Augusto, cuenta con la Concamin por un diálogo a favor de la economía y seguridad de México”, comentó la Concamin.
El pasado 17 de noviembre, el CCE junto con las Cámaras Empresariales de Estados Unidos y Canadá pidieron al Gobierno de México garantizar ambientes de inversión abiertos y transparentes para poder incrementar la competitividad, el potencial económico de la región de Norteamérica y para no ahuyentar la inversión.
Este llamado no sólo fue para México, sino para los países firmantes del Tratado comercial México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), pues identificaron que ciertas políticas gubernamentales afectan el libre desarrollo de los países y afectan los intereses comerciales en áreas como el sector energético, en el caso de México, o la industria automotriz, en el caso de Estados Unidos.
"Los retos relacionados con el comercio mundial y la pandemia han traído consigo una oportunidad sin precedentes para fortalecer las cadenas de suministro en América del Norte. Sin embargo, como inversionistas, es nuestra responsabilidad recordar a los gobiernos que ese potencial no se materializaría en países que no aseguren certidumbre para los negocios y apego a las buenas prácticas globales de gobernanza en áreas como la regulación, los permisos, la recaudación y las compras gubernamentales", manifestaron las cámaras empresariales en los tres países a través de un posicionamiento público.