El coordinador general de los Programas del Bienestar, Gabriel García Hernández, y los superdelegados federales asumieron el compromiso de no intervenir en las elecciones internas de Morena.
Luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador los citó a una reunión privada en Palacio Nacional, para leerles un memorándum en el que les exige no participar en actos partidistas ni utilizar recursos públicos, para hacer promoción de candidatos y partidos.
“Ese es el compromiso, nadie se va a meter y el que se meta va a ser denunciado, porque es algo que va contra los principios y contra las normas, vamos a entregarnos en cuerpo y alma a servir a los demás”, declaró García Hernández al salir del encuentro que se llevó a cabo en el comedor de Palacio Nacional con los 32 delegados federales.
A su vez, negó que les hayan jalado las orejas porque “nos hemos portado bien”, pero de no haber sido así, les acarrearía la expulsión inmediata del servicio público y una denuncia ante la Fiscalía Especializada contra los Delitos Electorales.
“Hubiera sido jalón de orejas, si nos hubiéramos portado mal y no hubiera sido nada más jalón de orejas. Seguramente nos hubiera tocado esquina con orejas de burro y quizás expulsión, pero nos hemos portado bien”, opinó el encargado de coordinar toda la maquinaria de los Servidores de la Nación.
Una hora después de que les leyó la cartilla a los súper delegados, López Obrador publicó el memorándum en el que les notifica que no habrá tolerancia para prácticas antidemocráticas, y procederán con las respectivas sanciones que marca el artículo 19 de la Constitución, donde se tipifica como delito grave el fraude electoral. “Les pido abstenerse por completo de actuar”, reiteró.