Ángel Clemente Ávila Romero
Integrante de la Dirección Nacional Extraordinaria del PRD
El ejercicio público del poder o de los poderes en un Estado nacional democrático presupone el justo equilibrio natural como un imperativo para el perfecto funcionamiento de las instituciones constitucionalmente establecidas. Otro elemento a considerar dentro de la democracia respecto del poder es la transparencia, ya que ésta debe existir con el objetivo de erradicar de la sociedad el poder invisible y la discrecionalidad que perjudique el equilibrio en los poderes públicos.
La división de poderes inspirada por el Barón de Montesquieu, postulaba la independencia y autonomía de éstos dentro de la república, con el fin de evitar que degeneraran en despotismo, para el nuevo presidente esto definitivamente no es útil, pare él la encarnación del Estado- Ejecutivo está en su persona, y para ello se ha hecho del Legislativo, en el cual cuenta con una mayoría calificada en la Cámara de Diputados, lo que le permitirá realizar las reformas constitucionales y reglamentarias que considere le sean de utilidad para sus fines, absorbiendo de hecho al Legislativo de la república, pudiendo darse el lujo de ignorar a la oposición parlamentaria, sin contrapeso alguno dentro de dicho poder.
A cien días de gobierno las acciones principales han –eliminado fácticamente los contrapesos– mediante el uso de sus mayorías y el ejercicio del poder desde las instituciones del Estado contra cualquier adversario. Edna Jaime Treviño, directora General de México Evalúa declaraba en julio del año pasado que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sería una institución clave y determinante como contrapeso frente al nuevo gobierno, principalmente en lo concerniente a las acciones de gobierno, así como para las reformas legislativas, cuando éstas atentarán contra los derechos de los ciudadanos, ahora bien, la SCJN y el poder Judicial en su conjunto han sido objeto de una serie de intimidaciones con el fin de ser sometidas, la justificación – la austeridad y el combate a la corrupción– que se han convertido en el pretexto frente a la muchedumbre para con la ley, por encima o por debajo de ella se cumplan las órdenes, así la intervención última es la presentación de la terna de candidatos a suplir la vacante de ministro en la SCJN, donde los perfiles son personas plenamente identificadas como cercanas a López Obrador y militantes de su partido político, lo que vulnera la esencia en la objetividad de las magistraturas y la imparcialidad de la justicia en una institución como la Corte, no obstante la Comisión de Justicia en el Senado los calificó como viables; habría que tomar en cuenta que está compuesta mayoritariamente también por morenistas, si eso no es un conflicto de interés habría que redefinir dicho concepto.
El hecho de la inexistencia de contrapesos y la falta de una oposición con el suficiente número de legisladores, articulación y disciplina en las cámaras y congresos estatales en los cuales morena se ha convertido en gobierno, ha dejado en estado de indefensión a la democracia misma, lo que esta permitiendo abusos, excesos y arbitrariedades que nadie cuestiona o bien que muchos consienten, el discurso de la austeridad y el combate a la corrupción de estos meses ha sido para allanar el camino para la eliminación de cualquier oposición frente al poder, por ejemplo la iniciativa presentada por Tatiana Clouthier, en el fondo lo que busca es asfixiar a los partidos políticos existentes, ya que perversamente lo que no dicen es que ellos como partido reciben mil 500 millones y los demás partidos mucho menos, lo que al aprobar la reforma los dejará en serios problemas financieros.
Faltan 2092 días de gobierno, en los cuales la oposición debe convertirse en un amplio movimiento de resistencia democrática, con los ciudadanos, los partidos políticos y todo aquel que se sienta agraviado por el autoritarismo creciente, es momento de defender la república, la democracia y la libertad.