José Octavio López Presa
Presidente del Comité de Participación Ciudadana (CPC) del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA)
Como mexicanos aspiramos a tener un país donde cada persona cuente, tenga derechos y oportunidades, y cumpla con la ley. Lamentablemente, aún estamos lejos del país que anhelamos porque todos los días se viola el Estado de Derecho y se cometen actos de corrupción que en su mayoría quedan impunes. Y nada hay más pernicioso para una sociedad que la impunidad de los actos de corrupción.
Es alentador y de la mayor importancia que el Presidente de la República esté comprometido con esta causa. La lucha contra la corrupción y la impunidad no será fácil ni breve, y no es tarea de una sola persona. En esta lucha debemos participar la mayoría de los mexicanos, sobre todo quienes ocupamos posiciones de dirección en gobierno y el sector privado.
El objetivo último es mejorar la vida de los ciudadanos, en particular la de los más pobres, pues son precisamente ellos los más afectados por la corrupción y la impunidad.
Es necesario que desde el Comité de Participación Ciudadana del Sistema Nacional Anticorrupción se trabaje en 4 ejes, que he denominado las 4I: Instituciones, Individuos, Información e Índices.
Los mexicanos necesitamos creer en las instituciones del Estado responsables del combate a la corrupción.
Para consolidarse, las instituciones del SNA y los SEAs deben demostrar con hechos concretos que cumplen con la ley, a la vez que imparten justicia sin sesgos políticos, partidistas o en favor de algún grupo de poder; es decir, que actúan con independencia.
A mi juicio, son tres los factores que definen el grado de independencia de una institución: 1) los perfiles y las formas de nombrar y remover a sus cuerpos directivos; 2) la existencia y calidad del servicio profesional de carrera; y, 3) su gestión y resultados.
También es necesario impulsar la integridad de los profesionistas y servidores públicos. El control de pares ha sido el mejor método para generar la ética entre los profesionistas en los países que más avances han logrado en el combate a la corrupción, y donde los abogados y los contadores han sido punta de lanza en este empeño. A México le falta adoptar mejores prácticas internacionales en esta materia.
Además, el uso de tecnologías de la información y las firmas electrónicas con validez legal para eliminar el papel y asegurar el registro, la trazabilidad y dejar huella electrónica de los actos de gobierno y de autoridad permitiendo que queden testados de forma inviolable. Ello mejorará de forma muy significativa la rendición de cuentas, el resguardo de la información confidencial y reservada, y la generación ágil de versiones públicas disponibles en internet.
Los índices de corrupción deben disminuir en el país y en cada estado de la república. Ese debe ser uno de los principales objetivos del SNA y los SEAs.
Propondré al SNA y a los SEAs iniciar un diálogo nacional para la elaboración de una propuesta de Ley General de Contrataciones, Adquisiciones y Obras Públicas con el acompañamiento de las cámaras empresariales, centros educativos y académicos, organizaciones de la sociedad civil y especialistas en el tema.
En esta tarea nos convoca un objetivo común: construir un México donde los actos de corrupción sean la excepción y no la regla. Un México donde quienes osen cometer actos de corrupción sepan que con una muy alta probabilidad sus actos serán detectados y sancionados.