El secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría, hizo un llamado al gobierno de Andrés Manuel López Obrador para que sus proyectos insignia como el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y una planta carboeléctrica sean congruentes con los compromisos del país en materia de cambio climático.
"Cuando se plantea una planta eléctrica a base de carbón, cómo se puede asegurar que tenga disciplinas ambientales", cuestionó Gurría.
Agregó que la refinería de Dos Bocas es un proyecto grande de refinería cerca de manglares y el Tren Maya tiene implicaciones desde el punto de vista ambiental, por lo que pidió que sean consistentes con los compromisos de México.
“Sin autoridad moral”
En contraparte, el presidente Andrés Manuel López Obrador reclamó que Gurría no tiene autoridad moral para criticar sus políticas económicas, luego que la OCDE afirmara que Pemex representa una amenaza para la calificación crediticia de México.
Acusó al también exsecretario de Hacienda y Crédito Público de haber llevado al país a la bancarrota con la aprobación del Fobaproa durante el sexenio de Ernesto Zedillo.
"Con todo respeto, Gurría no tiene mucha autoridad moral que digamos, a veces se olvida lo que han hecho los servidores públicos y suele pasar que no pierden ni siquiera su respetabilidad los que han llevado a la banca rota al país”, declaró en breve entrevista a su llegada al aeropuerto de Monterrey, Nuevo León.
Él, por ejemplo, estuvo en el fobaproa, nada más para recordar algo
López Obrador recordó que el exfuncionario priista pronosticó la permanencia de los tecnócratas, motivo por el que hasta fue conocido como "el ángel de la dependencia".
"¿Saben cómo se le conocía a Ángel Gurría? Como el ángel el de la dependencia, porque el pronóstico que llegaban los tecnócratas para quedarse por siempre iban a ser eternos", expresó.
Aun cuando entiende la inconformidad del exfuncionario priista y son válidas sus críticas, dijo que continuará con su plan de rescate para la empresa paraestatal.
"Entiendo, ya que se acaba esa política de saqueo llamada neoliberalismo; no les gusta, pero que nos dejen demostrar que hay otra manera de gobernar al país: sin corrupción, con eficiencia y en beneficio del pueblo de México", señaló.
Insistió en que quitará derechos y carga fiscal a Pemex en la próxima reprogramación del Presupuesto de Egresos Federales, para que la Secretaría de Hacienda "no exprima a Pemex como siempre".
A su vez, criticó que en los gobiernos pasados invirtieron hasta 8 mil millones de dólares en la rehabilitación de las refinerías de Cadereyta, Madero y Minatitlán, las cuales no tuvieron ningún cambio y operan sólo al 30% de su capacidad.
En estos momentos supervisa la refinería de Cadereyta en Nuevo León, la última de las seis plantas.
Anticipó que con la rehabilitación del Sistema Nacional de Refinación, aumentarán la producción al 90 por ciento en dos años y obtendrán entre 600 y 700 mil barriles diarios.