El lenguaje bravucón que exhibe el Presidente Andrés Manuel López Obrador cada mañana, descalificando a todo, es la gran barrera que levanta para eludir sus responsabilidades como Jefe de Gobierno. Hay “focos rojos’’ en materia economía y de crecimiento, mientras minimiza tropiezos y regodea ocurrencias. Ha debilitado al Poder Judicial y a los organismos autónomos.
En su balance de cien días de la nueva administración presidencial, el coordinador del PAN en San Lázaro, Juan Carlos Romero Hicks, califica de inexplicable que no haya hecho eco a la llamada de atención del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, (INEGI) que, por la reducción presupuestal, no podrá realizar en este año 14 encuestas vitales para la toma de decisiones en materia de política económica y social en el país.
Destacó el desenfrenado activismo del Presidente para descalificar a los adversarios, minimizar los tropiezos de su gobierno y regodearse en sus ocurrencias durante las conferencias de prensa de las mañanas y en sus mítines políticos.
Alertó que hay “focos rojos’’ encendidos en la gestión económica de la administración pública por errores de conocimiento de los problemas, de experiencia, de pericia e inclusive hasta de generosidad política. Una muestra fue el desabasto de gasolina que sufrió el país a inicios del año, acompañado del silencioso incremento al precio de los combustibles, en sentido contrario a lo ofrecido por López Obrador en campaña.
Como oposición no estamos en contra del estilo que ha impuesto el Presidente, eso no nos corresponde, pero nos preocupa el fondo: el saldo negativo dejado en los órganos constitucionales autónomos y en los actores políticos
Romero Hicks dijo que habido una intromisión al Poder Judicial de la Federación, utilizando un elemento contra lo que no hay defensa: los altos sueldos de sus integrantes. Después actuó por debajo de la mesa en la elección del Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, lo que ha desembocado en una constante comunicación e insana coincidencia política entre los dos poderes.
Destacó en este recuento, la renuncia de Janine Otálara a la Presidencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, (TEPJF), descalificada por Morena después de las resoluciones que emitió por las elecciones para Gobernador de Puebla y que no le fueron favorables al partido del Presidente de la República.
“Debilitar o capturar los espacios de poder es una de las características del Presidente López Obrador, Sin pudor alguno ignoró las críticas y apoyó a un nuevo Presidente del TEPJF, desapareciendo a Janine Otálora del mapa político".
"Y utilizó estrategia de debilitar o capturar a los organismos autónomos cuando propuso a uno de sus cercanos para ocupar la recién inaugurada Fiscalía General del República, borrando de un plumazo cualquier intento de autonomía de este organismo del Estado Mexicano”, finalizó el panista.