Aguascalientes.- El presidente Andrés Manuel López Obrador acordó con el gobernador de Aguascalientes, Martín Orozco, que no lo acompañara al acto público para guardar prudencia frente a los abucheos y manifestaciones contra las autoridades locales.
El titular del Ejecutivo Federal aseguró que no hay pleito con los gobernadores, sino que optaron por no hacer pasar un mal rato a Martín Orozco.
"No hay división, no hay pleito, porque somos respetuosos de la autonomía de las autoridades locales, si no está aquí el gobernador es porque se convino, llegamos al acuerdo que el que era mejor, por lo que ha venido pasando, no prestarnos a un mal rato, era mejor actuar con prudencia", dijo durante la entrega de Programas Integrales para el Bienestar.
De inmediato se oyeron abucheos y rechiflas en el Foro de las Estrellas, mezclados con la demanda de la reinstalación de los trabajadores de Próspera.
López Obrador aseguró que el mandatario de Aguascalientes se ha portado "muy respetuoso" y pidió a los asistentes que como buenos creyentes, cumplan con la Biblia y también honren a sus autoridades.
Pero a ver, los que son creyentes, ¿cuál es el libro fundamental? ¡La Biblia! Y qué dice la Biblia del antiguo testamento, que hay que respetar a la autoridad, ¿o no?
Continuó predicando en el templete que aunque no todos son religiosos y "cada quien es libre", no pierden nada con respetar las otras corrientes de pensamiento, religiones y libres pensadores.
"Nada más comento de que no perdemos nada respetándonos unos a otros. Ya pasó el tiempo de las confrontaciones. Es el amor al prójimo, nada de odios, nada de rencores", dijo casi al final de su discurso.
Recordó que él ya pidió permiso a su partido, Movimiento de Regeneración Nacional, y se reconcilió con los partidos para llevar a cabo la cuarta transformación.