El presidente Andrés Manuel López Obrador calificó como una masacre el ataque de la noche del domingo que cobró la vida de 20 personas en la comunidad de Las Tinajas, municipio de Zinapécuaro, Michoacán.
“Fue una masacre de un grupo contra otro, en un palenque clandestino donde estaban, y llegaron y ahí balacearon a los asistentes y hubo, desgraciadamente, muchos muertos”, dijo en su conferencia matutina de ayer.
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El primer mandatario reconoció que el crimen fue perpetrado por las bandas que están operando en Michoacán y acotó que ya envió un equipo de su gobierno hacia la entidad para investigar el asunto.
Por su parte, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, señaló que hay “muchísimo” trabajo por hacer en materia de seguridad ante la violencia de los cárteles mexicanos y el tráfico de migrantes. “No importa dónde vive uno en México, Michoacán, Guanajuato, en el sur, Nuevo León, Nuevo Laredo, tenemos que hacer muchísimo más en esto de la seguridad”, manifestó Salazar en la asamblea anual de socios de la American Chamber of Commerce (AmCham) en México, que agrupa a más de mil empresas internacionales que representan cerca de 21 por ciento del PIB nacional.
El diplomático estadounidense señaló que desde Michoacán el crimen se expande a otras siete entidades del país, de acuerdo con sus estimaciones.
“¿Cómo ahí en Michoacán se puede controlar la violencia? La violencia y los delincuentes, los cárteles, no reconocen las fronteras políticas”, advirtió Salazar.
Acusó, además, que la inseguridad ha afectado al comercio, al recordar que en febrero Washington suspendió temporalmente la revisión e importación de aguacates desde México tras amenazas a sus inspectores que trabajan para el Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
“Yo no puedo dejar a los empleados que tenemos aquí, que son mexicanos muchos, haciendo las inspecciones de aguacates, vivir bajo una amenaza, entonces lo hicimos, pero también respondemos en una manera de franqueza”, justificó el embajador.
Recientemente, funcionarios y exfuncionarios del Gobierno de Estados Unidos han externado su preocupación por la inseguridad en México y el incremento de la violencia en todo el país, particularmente en la zona fronteriza de ambas naciones.
Aseguran que el presidente López Obrador con su estrategia de “abrazos no balazos” ha perdido ante las bandas del crimen organizado el control de la seguridad en México. Tal es el caso del exfiscal de Estados Unidos, William Barr, y el general Glen D. VanHerck, jefe del Comando Norte de ese país.
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LA MASACRE
De acuerdo con la Fiscalía General del Estado de Michoacán (FGE), el palenque donde ocurrió la masacre inició sus actividades desde las tres de la tarde del domingo y ahí se encontraban integrantes de una célula delincuencial que opera en el oriente de Michoacán.
Ya por la noche, al palenque arribó una camioneta de una empresa de frituras, de la que descendieron varias personas armadas y que vestían ropas de camuflaje; simultáneamente, se utilizó un camión de pasajeros que circulaba al exterior del inmueble para realizar un bloqueo.
Los hombres que llegaron en la camioneta ingresaron al lugar y dispararon contra los asistentes, entre ellos, el propietario del recinto, Abiel A, de 59 años, y su hijo Salvador A, quienes murieron en el lugar, al igual que otras 17 personas. Una más murió camino al hospital.
Tras el ataque, los responsables se retiraron en vehículos diferentes y abandonaron la camioneta de frituras, la cual había sido robada con violencia el pasado 24 de marzo, en la comunidad El Salitre Labrador, en el Estado de México.
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