El Consejo Consultivo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) exhortó a todos los actores involucrados en el proceso electoral, en especial a los líderes de los institutos políticos y grupos participantes, a que se comprometan con la legalidad y el respeto de los derechos humanos y, con base en la responsabilidad del papel que desempeñan y la trascendencia de preservar la democracia en el país, desincentiven y prevengan entre sus simpatizantes y seguidores la comisión de actos violentos de cualquier índole y medio.
El organismo nacional, solicitó a las autoridades de los distintos niveles y órdenes de gobierno a que, en el ámbito de sus atribuciones y sin que interfiera con el debido desarrollo del proceso electoral, garanticen la seguridad e integridad de quienes aspiran a un cargo de elección popular y refuercen las acciones para que dicho proceso se lleve a cabo de manera segura y pacífica.
Detalló que ante la violencia presentada en el actual proceso electoral, “que va de ataques verbales a simpatizantes de partidos políticos y personas aspirantes a cargos de elección popular hasta agresiones físicas e inclusive pérdida de vidas”, el Consejo Consultivo condenó tales acciones, se solidariza con las víctimas y sus familiares y demanda a las autoridades competentes investigar de manera pronta, objetiva e integral los delitos, para que los responsables sean sancionados y no haya impunidad.
Destaca que la actual etapa del proceso electoral debe servir para realizar propuestas de cara al próximo periodo de gobierno, contrastar ideas y ofrecer alternativas tendentes a fortalecer el Estado Democrático de Derecho mediante el reconocimiento y respeto de los derechos humanos, de acuerdo con su progresividad, por lo que llama a los diversos actores a considerar tales prerrogativas como eje fundamental de las distintas plataformas electorales.
“México –señala el Consejo Consultivo de la CNDH— cuenta con un sistema democrático y legal en el que importan las instituciones, las leyes, la autonomía e independencia de los distintos Poderes y órganos constitucionales, lo que debe mantener su vigencia sin importar las personas o grupos que sean favorecidos por el voto mayoritario de la población en las elecciones. Cualquier proyecto de Nación, si aspira a ser legítimo y viable, debe tener como premisa el respeto irrestricto a los derechos y libertades de las personas”, indicó.