El secretario de salud, Jorge Alcocer Varela, afirmó que la comercialización de la salud y la pandemia por Covid-19 son los dos momentos que cimbran los sistemas de salud tanto a nivel mundial como regional.

En la inauguración de la XI Conferencia Panamericana para la Armonización de la Reglamentación Farmacéutica (CPARF) criticó que durante la pandemia se vivieron las consecuencias de la mercantilización y corrupción de las estructuras sanitarias.

“El primero, y el cual considero la peor infamia, fue la comercialización de la salud. Considerarla como un bien de mercado llevó al desvanecimiento de los ejes principales de la salud pública como protectora del bienestar de la población. El segundo, la experiencia de la pandemia por Covid-19, donde vivimos las terribles consecuencias de la mercantilización y corrupción de las estructuras sanitarias públicas, especialmente, en el acceso a medicamentos e insumos de máxima necesidad”, dijo en el evento que se realizó en las instalaciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).

En el acto se pronunció para que en la región se impulsen estrategias de innovación, investigación y desarrollo para fortalecer la producción nacional y regional de medicamentos esenciales.

Agregó que también es importante fortalecer el diálogo y la coordinación intersectorial tanto entre los ministerios de salud, economía y de la industria farmacéutica.

Por su parte, Alejandro Svarch Pérez, comisionado federal de la Cofepris, llamó a concebir la salud como un bien social porque es determinante que el Estado establezca las pautas para la colaboración público-privada, siempre en beneficio del bien común.

En sinergia, los actores del sistema nacional de salud, el sector económico y la industria deben relacionarse y colaborar con una misión compartida, priorizando la protección y la atención de las verdaderas necesidades de salud de nuestra región. Sin esta base, no podemos imaginar nunca un acceso universal real, real a los medicamentos en nuestra región sostuvo.

Expuso que también se requiere transformar al Estado de un mero administrador a un proveedor, a un regulador y a un responsable de los recursos destinados a la atención sanitaria.

Además, que el Estado participe fomentando una política industrial farmacéutica que materialice la producción de medicamentos seguros, eficaces, de calidad y para acceso para todas y todos.

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En un video mensaje, la secretaria de relaciones exteriores, Alicia Bárcena, expresó que la pandemia hizo urgente la participación y cooperación para responder de forma conjunta y satisfactoria a la emergencia.

Enfatizó que la colaboración regional, la integración de los países y la autosuficiencia sanitaria son esenciales ante potenciales emergencias sanitarias.