“Existe un verdadero peligro de dependencia de China comunista”, advirtió Carlos Díaz-Rosillo, exdirector de Políticas Públicas de la Casa Blanca en la administración de Donald Trump, durante el segundo día de actividades de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC, por sus siglas en inglés).
“La cadena de suministros no puede depender de un país enemigo como es China comunista”, dijo durante su conferencia: Fortaleciendo las democracias y economías de la región a través del nearshoring.
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Explicó que hace 50 años el presidente de EU Richard Nixon “alió” a ese país con China al enviar empresas para la manufactura de productos a precios bajos, sin prever que eso desencadenaría la crisis en la cadena de suministros que vivimos hoy en día.
Señaló que Estados Unidos debe “atraer empresas a Latinoamérica, a mercados amistosos”, pero advirtió que “Sudamérica está pintada de rojo, sólo hay tres países con gobiernos serios”.
Sin embargo, reclamó que el actual gobierno de EU, encabezado por Joe Biden, ignora a América latina, por lo que estos países deberán esperar a otro presidente “más amistoso”.
Señaló que los estados latinoamericanos deben acercarse a los gobernadores en EU para crear alianzas con “estados republicanos, gobernadores amistosos”.
Puso como ejemplo a República Dominicana, que es un país “con gobierno serio” que promueve el crecimiento.
Advirtió también que China es el socio comercial número uno de Sudamérica, y sólo México y Centroamérica evitan que sea el principal socio de todo el continente.
Su mensaje fue acompañado por unas palabras del expresidente de Colombia, Iván Duque, quien apuntó que “las inversiones estratégicas representan riesgos estratégicos”y que el nearshoring es la mejor opción para el crecimiento de Latinoamérica.