El Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 del presidente Andrés Manuel López Obrador, que fue enviado a la Cámara de Diputados, impulsará una “reingeniería” profunda del gasto público para reorientar los recursos hacia programas integrales que generen bienestar, dirigidos a la población más desfavorecida, con acciones coordinadores en tres pilares.
También impulsará un nuevo Pacto Social en donde Gobierno y sociedad serán corresponsables de la reconstrucción. El Gobierno de México está comprometido en actuar en todo momento bajo los principios de honradez, honestidad y austeridad. Y en esta transformación tienen cabida todas y todos los mexicanos, destaca el documento en poder de los legisladores.
El documento enfatiza que el desarrollo nacional pleno se sustentará los próximos seis años en acciones coordinadas en tres pilares:
- Afianzar la justicia y el Estado de Derecho para que el gobierno sea garante de los derechos humanos establecidos en la Constitución y para construir un país donde impere la ley y la justicia.
- Garantizar el goce de los derechos sociales y económicos establecidos en la Constitución
- Incentivar un desarrollo económico dinámico, equilibrado, sostenible y equitativo que amplíe las capacidades, presentes y futuras de todas las personas.
Las políticas de apoyo directo a los sectores más desfavorecidos, las de impulso a la creación de empleo formal y la incorporación de la población joven al mercado laboral, así como aquellas encaminadas a la recuperación del poder adquisitivo de los salarios, contribuirán a la integración de estos sectores a la dinámica de desarrollo.
Además, con la inversión privada nacional y extranjera, un gobierno austero que combata frontalmente la corrupción, reoriente el gasto público a sus usos más productivos económicos y sociales, podrá impulsar proyectos de inversión, principalmente en infraestructura, para propiciar un mayor desarrollo económico, poniendo especial énfasis en las regiones hasta ahora rezagadas.
Estos proyectos de inversión facilitarán la provisión estable de energía a precios competitivos.
También el Gobierno Federal impulsará acciones para profundizar la inclusión financiera y promover el acceso al crédito a personas y empresas, buscando favorecer que la economía asigne los recursos de manera más eficiente e incrementar de manera permanente los niveles de inversión.
“Con estas piezas se construirán los pilares para una nueva etapa del desarrollo económico de México. En este desarrollo se apuesta por la sostenibilidad económica, social y medioambiental de los proyectos, por el impulso de tecnologías limpias y por el uso de energías renovables, lo que permitirá un desarrollo económico sostenible y duradero no solo para las generaciones presentes sino para las futuras”.
Este modelo de desarrollo requiere dos condiciones fundamentales en los ámbitos jurídico y político.
El primero, un Estado de Derecho funcional que permita garantizar que toda la población pueda ejercer plenamente sus derechos humanos y que la ley se aplique a todas las personas por igual; segundo, el país requiere una democracia vigorosa basada en instituciones y mecanismos democráticos, tanto representativos como participativos, asegurando entonces que la población se erija como el timonel del destino nacional.
De esta manera, el Gobierno de México se compromete a construir un nuevo pacto social, el cual supone que cada uno de los integrantes de la sociedad también cumplirá con sus responsabilidades para construir el México que logrará vincular armónicamente a la diversidad de Méxicos que existen.