En materia migratoria, el Senado de la República reclamó la actuación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)y las instituciones regionales y pidió “velar por el bienestar de las personas que tienen derecho a recibir protección internacional; debe ser una prioridad’’.
En ese sentido, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal Ávila, exigió a la CIDH, que Estados Unidos “respete los derechos de las personas migrantes mexicanas y se observe, en su frontera sur, las consecuencias de las políticas migratorias de refugio y asilo implementadas por ese país’’.
En una carta enviada a la comisionada presidenta de la CIDH, Esmeralda Arosemena De Troitiño, el senador Monreal plantea la actuación de ese organismo internacional, de acuerdo con las facultades que le corresponden en la promoción y protección de los derechos humanos en el continente americano.
“Externamos nuestra esperanza porque la visita a la frontera entre México y Estados Unidos, que la CIDH realizará en los próximos días, contribuirá en este sentido’’.
En la carta enviada, Monreal señala la preocupación por la actual política y prácticas del Gobierno de los Estados Unidos de América respecto a las personas migrantes mexicanas, en especial, aquellas detenidas en centros migratorios en la frontera sur de ese país, así como por las redadas masivas contra migrantes, anunciadas e iniciadas recientemente.
En particular, dice, queremos expresar nuestro más firme rechazo a los abusos y violaciones a los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes, incluidos aquellos no acompañados, cometidos en el marco de tales políticas y prácticas. Muchos han sido detenidos y separados de sus familias, lo que constituye un trato inhumano y cruel, con severas consecuencias para el desarrollo físico, mental y moral de las y los menores.
Igualmente, se agrega en la carta, consideramos lamentables las consecuencias de la política de asilo y refugio implementada por las autoridades estadounidenses para miles de personas que huyen de sus países en busca de una vida segura.
“Los derechos humanos protegidos por los instrumentos internacionales deben ser respetados, independientemente de la situación migratoria de las personas. Los Estados democráticos miembros del Sistema Interamericano de Derechos Humanos están llamados a cumplir con sus obligaciones y honrar plenamente sus compromisos’’, se enfatiza.
Monreal considera importante promover y realizar acciones para la protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales de las personas migrantes que se encuentran en situación de vulnerabilidad, particularmente niños, niñas y adolescentes acompañados y no acompañados. El interés superior del menor debe prevalecer por encima de cualquier política.