El Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) se extinguió ayer por voluntad de la mayoría parlamentaria de Morena en la Cámara de Diputados, quienes decidieron trasladar al IMSS- Bienestar la atención médica de 32 millones 842 mil 765 mexicanos que no cuentan con seguridad social.
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El Insabi inició operaciones el 1 de enero de 2020, “un día histórico para México”, según dijo en aquella fecha el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien prometió que garantizaría servicios de salud gratuitos y de calidad a 69 millones de mexicanas y mexicanos que no cuentan con seguridad social.
Ayer, tres horas bastaron para que en fast track se decidiera con 267 votos a favor la desaparición del Insabi y la transferencia del Fondo de Salud para el Bienestar (Fonsabi) al IMSS-Bienestar, un fondo que la organización México Evalúa advierte se ha mermado en los últimos años.
De acuerdo con la organización, el Fonsabi cerró 2022 con 71 mil 600 millones de pesos, una disminución de 29 por do Emmanuel Reyes Carmona, de Morena, fue redactada desde la Presidencia de la República y manda un mensaje que “se traduce en el fracaso rotundo del Gobierno federal en materia de salud”.
La diputada Cynthia López Castro, del PRI, aplaudió que Morena haya aceptado que el Insabi no funcionó, sin embargo, acusó que no hay justificación para las muertes que presuntamente provocó el fallido sistema.
“Hoy vinieron a aceptar que fracasó su sistema de salud, pero cómo justifican la pérdida de vidas, cómo justifican todas las personas que fallecieron por cáncer, cómo justifican todas las personas que fallecieron por no tener medicinas, cómo justifican todas aquellas personas que por tener un pésimo sistema de salud hoy no viven”, dijo.
El panista Miguel Ángel Varelo sostuvo que el sistema de salud vive una crisis nunca antes vista y el Insabi no pudo sustituir al Seguro Popular que el presidente Andrés Manuel López Obrador desapareció.
En contraste, el diputado Reyes Carmona aseguró que el Insabi no pudo consolidarse por la pandemia de Covid-19, que inició poco después de que el Presidente de la República publicó, el decreto el 29 de noviembre de 2019.
“Como podemos observar, compañeras y compañeros, mucho se ha dicho aquí del Insabi, y lo cierto es que cuando se empujó este proyecto, antes de la pandemia por el Covid, el propósito era transitar hacia un modelo universal que garantizara salud plena para todas y todos los mexicanos. Lo que nunca tuvimos en cuenta fue la terrible pandemia que azotó a nuestro país”, dijo.
El legislador rechazó que se trate de un desmantelamiento del modelo de atención médica para personas sin seguridad social, sino de la consolidación del Sistema de salud para el bienestar, pues da a la Secretaría de Salud el carácter de órgano rector y al IMSS- Bienestar el de órgano ejecutor.
Más allá de un cambio de nombre, Jorge Cano, Investigador del Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa, dijo que se debe priorizar un aumento a los recursos para atender a las personas sin seguridad social.
En entrevista con El Sol de México, el investigador resaltó que preocupa que desde la transición del Seguro Popular al Insabi, y ahora de este al IMSS-Bienestar no se recupere el monto máximo que registró el Fonsabi en septiembre de 2019, que fue de 129 mil millones.
“Ahora que se concreta esta transición, pues tendremos el mismo problema, qué va a pasar con los recursos del IMSSBienestar, ¿se le van a transferir por completo lo que estaba generando el Insabi? Y lo más importante, ¿se va a recuperar el gasto que se llegó a tener en los mejores momentos del sistema público mexicano de salud, que incluso en su momento no eran suficientes?, pues va a hacer falta un gasto muchísimo mayor y en eso hay que poner la atención”, dijo.
La iniciativa establece también la prohibición de cuotas de recuperación por la prestación de servicios de salud, medicamentos y demás insumos asociados a las personas sin seguridad social y otorga 180 días a la Secretaría de Salud para transferir los recursos humanos, presupuestarios, financieros y materiales del Insabi al IMSS-Bienestar.
FONSABI, UN FONDO EN LA OPACIDAD
Otra preocupación de las organizaciones es la opacidad en la que se mantiene el Fonsabi, advirtió Jorge Cano, pues recordó que cuando era administrado por el Seguro Popular se publicaba de manera mensual a cuánto ascendían sus recursos y se desagregaba en qué se invertía el dinero; con la llegada del Insabi, los informes comenzaron a ser trimestrales y sin mayor detalle.
“Hay una opacidad muy fuerte en cuanto cómo se gastan los recursos del IMSS-Bienestar y es algo que se tiene que solventar, es una preocupación fundada que esta transición hacia el IMSS-Bienestar sea más bien un intento de ocultar la evolución del gasto en salud”, indicó.
El investigador dijo que si se crea un fideicomiso para el IMSS-Bienestar “habrá que recuperar la gobernanza de los fideicomisos, pues durante el Seguro Popular estaban muy bien establecidos los recursos que llegaban de la Secretaría de Hacienda y cómo se gastaban”.
Jorge Cano dijo que durante la fiscalización que han hecho del Fonsabi han detectado un incremento muy fuerte de las entradas y salida del Fondo, siendo las salidas superiores a las entradas, por lo que temen se trate de simular el gasto en salud.
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