Un proyecto de dictamen de las comisiones Unidas de Puntos Constitucionales y de Energía de la Cámara de Diputados revela que la iniciativa de reforma energética no tendrá cambios significativos respecto a la propuesta enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Su contenido sigue siendo dañino, coinciden especialistas.
Víctor Ramírez, especialista del sector, comentó a El Sol de México que entre los cambios más relevantes en el borrador está una corrección para mantener y respetar la generación distribuida, que es el uso de instalaciones pequeñas, como los paneles solares.
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“Se reconocen los contratos de generación distribuida existentes y se mantienen las condiciones vigentes para nuevos contratos hasta 0.5 megawatt”, dice el artículo octavo transitorio del
dictamen. Aunque señala un trato discriminatorio, ya que a los ayuntamientos y organizaciones sociales se les permitirá celebrar contratos para el autoconsumo con la generación distribuida, hasta por un megawatt, es decir, el doble.
Ramses Pech, analista del sector energético, coincidió en que el dictamen no tiene muchos cambios y permanece prácticamente igual a la iniciativa enviada por el jefe del Ejecutivo federal el 30 de septiembre.
“En el parlamento (abierto) realizado hubo mucha información, pero ha quedado todo obsoleto ante la falta de un plan concreto”, dijo el especialista.
El proyecto de dictamen mantiene la exclusividad del Estado en la generación de energía eléctrica con 54 por ciento de la misma a cargo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
El documento establece un nuevo sistema eléctrico en el cual la CFE, que contará con personalidad jurídica y patrimonio propio, se convertirá en el organismo responsable de su planeación y control, además de que será un ente autónomo en el ejercicio de sus funciones y administración.
El restante 46 por ciento de la generación será privada y se incorporará al sistema eléctrico mediante un mecanismo de adquisición por parte de la CFE.
En ese sentido, el borrador mantiene la cancelación de todos los permisos de generación eléctrica otorgados y los contratos de compraventa de electricidad.
“Los permisos de generación eléctrica otorgados y los contratos de compraventa de electricidad con el sector privado, se cancelan, así como las solicitudes pendientes de resolución”, dice el artículo tercero transitorio.
El documento sigue desconociendo las modificaciones a los permisos de autoabastecimiento, así como la generación excedente de los Productores Independientes de Energía.
El dictamen cancela los Certificados de Energía Limpia y desaparece a los órganos reguladores del sector, al traspasar las funciones de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) a la propia CFE.
Las modificaciones al Artículo 28 descartan que haya monopolios en las funciones que el Estado ejerza de manera exclusiva en áreas estratégicas, como es la electricidad.
Además, se mantiene la incorporación del litio como reserva al dominio de la nación inalienable.
Los analistas coincidieron en que esta reforma se mantiene con afectaciones para el sector y con pocos cambios benéficos.
“No hay cambios y la reforma es tan dañina como la iniciativa original, corrige un par de cosas importantes, pero es mínimo comparado con el daño en conjunto”, dijo Ramírez.
Por su parte, Pech destacó que, en general, la reforma no guarda una coordinación entre las nuevas condiciones actuales de la geopolítica actual, en donde la transición energética a nivel mundial será más acelerada para pasar a generar en su mayoría con energías limpias y renovables.