El Gobierno necesita operadores políticos, no burócratas: Ariadna Montiel

La funcionaria agregó que nadie puede condicionar un programa social porque Morena canceló las afiliaciones

Elena Michel | El Sol de México

  · jueves 4 de abril de 2019

Detalla que hay 30 millones de beneficiarios y el programa de apoyo para adultos mayores impactará a 8.5 personas / Foto: Roberto Hernández

Apenas hace un año, Ariadna Montiel Reyes recorrió el país y tocó cada puerta para convencer a los electores de votar por Andrés Manuel López Obrador. Hoy lo hace para identificar a los beneficiarios de los programas sociales de este gobierno, particularmente a los adultos mayores que recibirán una pensión otorgada por este gobierno. Acota que nunca condicionarán los programas sociales para militar en el partido en el poder, Morena, porque no son iguales a los del régimen pasado.

“Tenemos una visión distinta de cómo obtener el poder. Nosotros no vamos a replicar lo que criticamos. Nosotros fuimos víctimas del uso político de los programas sociales”, garantiza la subsecretaria del Bienestar.

-Sin embargo, los programas sociales con mayor alcance están en manos de los principales operadores políticos de Morena en la campaña presidencial de 2018- se le recuerda.

-Hemos aprendido a estar en la calle, que es lo que el gobierno quiere. Y lo que se necesita en el gobierno son operadores, no burócratas. Y sí me considero una operadora política.

En entrevista con El Sol de México, la funcionaria agrega que nadie puede condicionar un programa social porque Morena canceló las afiliaciones.

-Después de trabajar cerca de Yeidckol Polevnsky, líder nacional de Morena, ¿le puede negar el padrón de beneficiarios si se lo pide?

-No lo ha hecho, ni lo hará. Y si lo hiciera ella, le diríamos tajantemente que no.

-¿Se puede?

-Se debe, y por lo tanto se puede. Nosotros luchamos mucho contra eso, fuimos víctimas de ese modo de hacer política.

Y agrega:“hay que entender que nosotros no nos podemos equivocar, no tenemos ese derecho”.

Montiel Reyes conoció a Andrés Manuel López Obrador en 1999 cuando ella era una de las líderes del movimiento estudiantil que mantuvo la huelga en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Después se enroló en las filas del PRD parte de la tribu de Bejarano.

La funcionaria recuerda que a finales de la campaña López Obrador le preguntó durante un recorrido por el Triángulo Dorado qué función quería desempeñar en el gabinete si ganaban.

Ella respondió estar a cargo de un programa social: el de los jóvenes, pero recibió el de “los abuelitos”. -

¿Pesó su cercanía con Bejarano para que no la nombrarán titular de la Secretaría del Bienestar?

-Hoy no tengo gran comunicación con él. Es parte de mi historia y de mi trabajo. Cometió un error y para muchos después fue una lápida de la cual buscaron deslindarse, yo siempre he mantenido mi postura de mucho respeto.

Foto: Roberto Hernández

Resalta el aprendizaje que le dejó el profesor, como ella siempre ha llamado a Bejarano: “muchos aprendimos a trabajar el territorio con ambos dirigentes (Andrés y René), es una escuela grande”.

Montiel Reyes detalla que existe un universo de 30 millones de beneficiarios de las acciones sociales del gobierno y precisa que tan sólo el programa de apoyo para adultos mayores impactará a al menos 8.5 personas. “Es el sueño del Presidente de la República”, suelta Montiel mientras habla de las bondades del programa con el cual se busca bancarizar a esta población.

La funcionaria ha participado en las negociaciones con los dos bancos mexicanos que están encargados de ayudar a dispersar recursos: Banorte y Banco Azteca.

-¿Cómo convencieron a estos bancos de entrarle a este tema?

-Una vez que se definió que fueran bancos nacionales también se tomó en cuenta, por parte de la Oficialía Mayor de Hacienda, que se hiciera una negociación transparente y que tratáramos de tener una comisión única para el tema de los programas sociales, porque la población es muy grande, así para abatir el costo lo más que se pudiera. Han tenido disposición, también se definió con base en la estructura territorial que tuvieran, eso es muy importante. Casi toda la parte de bancos está en ciudades y cabeceras municipales.

Detalla que el gobierno federal absorberá las comisiones que generen los movimientos bancarios de los beneficiarios y se analiza que la banca pueda reducir hasta tres veces este costo.

Destaca que la Secretaría de la Función Pública vigilará el diseño del Censo del Bienestar con el que se busca alinear un solo padrón que muestre quiénes reciben un apoyo determinado o cuántos programas, por ejemplo, tiene una familia.

-Una de las críticas más fuertes para Andrés Manuel López Obrador durante su paso como jefe de gobierno fue que reservó los padrones de programas sociales, ¿ahora sí los van a transparentar?

-Claro que sí. Haremos lo conducente para publicarlo bajo las normas de protección de datos.

-¿Y de dónde saldrán los recursos?, ¿nos van a endeudar?

-Como lo ha dicho el Presidente, del combate a la corrupción

-Pero, ¿de cuánto hablamos? El combate a la corrupción parece una chistera.

-El dinero lo hay, pero estaba mal organizado y mal distribuido. Hay cosas que no funcionaban, eso ya no estará.

Foto: Roberto Hernández

La instrucción del Presidente es que quiere pocos programas, pero amplios. A mí, por ejemplo, me entregaron 10 o 12 programas, y a hora tendremos cuatro, completamente sin corrupción, pero bien hechos. Había mucho despilfarro en los recursos que pertenecían al gobierno, mucho es poco.

-¿No son ocurrencias?, ¿sí existe una planeación específica?

-Sí hay una planeación real.

La subsecretaria ha renovado su look. Hoy luce un perfecto manicure y dejó la coleta por un planchado de salón de belleza. Después de insistirle acepta hablar de la figura de los superdelegados.

-¿Cómo funcionan los superdelegados? Dicen que este cargo asegura la candidatura a Gobernador.

-No les está siendo fácil, les cuesta mucho trabajo, a veces la propia coordinación. Ni nombran, ni tienen, ni dan cargos. La figura es nueva, hay que entenderla.

En la visión la de la 4T es una alta responsabilidad. Apuntalar para la gubernatura no es el espíritu de origen. Y no crea que es sencillo.

Se le recuerda el caso del exdelegado en Baja California, Jaime Bonilla, quien hoy puntea las encuestas de preferencia electoral en Baja California. Sólo sonríe y casi musita “ese es un caso”. Luego cambia de tema y pasa al set de fotografías.