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A decir de Alejandro Moreno, presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), las elecciones del pasado domingo 18 de octubre en Coahuila e Hidalgo dejaron claro que este instituto político no estaba muerto como se pensaba: ganó todas las diputaciones locales en el estado del norte y en Hidalgo gobernará a más de la mitad de la población.
En entrevista con El Sol de México, el líder nacional priista expuso que con los resultados de Coahuila e Hidalgo es evidente que el PRI nunca ha desaparecido de la arena política, que está de regreso y que va a seguir dando la pelea. Asegura, sobre todo, que los priistas aprendieron de la derrota amarga de 2018, en el que sólo lograron ganar un distrito.
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“En realidad el PRI nunca se ha ido, siempre hemos estado. Después de los resultados del 2018 hemos seguido trabajando, reconstruyendo, reflexionando. Vemos cómo la ciudadanía reconoció ese esfuerzo y nos dio su voto, confiando en nuestra experiencia, en que somos un partido de servicio y que damos resultados, que sabemos construir y respetamos las instituciones”, expone Moreno.
El líder nacional priista reconoció que la victoria en estas entidades se debe al “poder de la estructura del partido a nivel local y de su militancia, que con mucho trabajo, desde sus espacios y competencias, logró este triunfo, contundente y que, de manera clara, mejora el posicionamiento del partido ante el proceso que habremos de enfrentar el próximo año”.
Consideró que este triunfo “para nada es un triunfo menor”, pues obtuvieron la totalidad de los escaños de mayoría en el Congreso de Coahuila y 32 ayuntamientos en Hidalgo, lo que representa el doble de los que gobernaban anteriormente.
“Se registró una participación electoral del 39.3 por ciento en Coahuila y del 46.8 por ciento en Hidalgo, valores consistentes con el tipo de elección donde sólo se disputa un cargo, un logro en medio de la pandemia por Covid-19”.
Finalmente destacó que el desempeño de los gobernadores Miguel Riquelme y Omar Fayad, aunado al trabajo de sus presidentes municipales, diputados federales, senadores y legisladores locales, “mostraron capacidad para atender los problemas de los ciudadanos, de gobernar con eficacia y de legislar con buenos propósitos para resolver las necesidades”.
VICTORIA DEBE VERSE CON RESERVAS
Los resultados de las elecciones locales del domingo anterior dejan ver aparentemente que el PRI podría dejar atrás su mala racha que empezó en julio de 2018, cuando de ser partido en el poder y primera fuerza política en el Congreso, cayó hasta el tercer sitio al obtener sólo el 16.5 por ciento de la votación.
Sin embargo, a diferencia del ánimo con el que se observa el triunfo del fin de semana pasado en el seno del PRI, especialistas recomiendan a sus militantes no echar campanas al vuelo.
Juan Carlos Montero Bagatella, catedrático de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico Monterrey, y Fernando Dworak Camargo, profesor de asignatura en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), coinciden en que si bien es cierto que el PRI sigue vivo, esta victoria debe verse con reservas, pues estos logros se dan a través de gobernadores fuertes en sus entidades y en donde además no se ha dado la alternancia.
No obstante, el líder de los diputados del PRI en la Cámara baja, René Juérez Cisneros, afirma que “el PRI nunca se ha ido ni se irá”.
“El PRI es por definición y naturaleza una organización política, no una franquicia o partido de ocasión o de coyuntura. El pasado domingo 18 de octubre, el PRI demostró su capacidad de organización y de unidad, y su compromiso con la sociedad mexicana”, dijo el legislador.
Añadió que los resultados en Coahuila e Hidalgo son muestra su capacidad de organización, la cual les permite “una rápida adaptación al cambio”.
El PRI es por definición una organización política, no una franquiciaRené Juárez / Diputado PRI
“Este proceso de transformación, inevitablemente también pasa por nuestras formas de organización interna, que demandan apertura democrática y reconocimiento al esfuerzo de militantes y simpatizantes”.
Sin embargo, para Dworak Camargo, en ninguna de estas entidades ha habido alternancia de gobierno, “por lo que se puede considerar bastiones del tricolor. Además, solo se eligió en cada uno a una autoridad local de tres”. No obstante, rescata que contra expectativas, votaron más del 40 por ciento de los electores en cada estado.
“Lo importante es observar cómo, al parecer, el votante distingue la agenda nacional de la local. Por eso el interés del Presidente por hacer de 2021 un referendo de su Gobierno o, en su defecto, contaminar la discusión con un tema nacional”, explica el especialista.
Al cuestionarlo sobre si ve un resultado igual de contundente en las elecciones federales del 2021, expone que no lo cree así: “El PRI y los demás partidos tendrán distintas capacidades operativas en cada estado. Además habrá concurrencia con elecciones federales. En varios estados se elegirá también Gobernador, legislatura y municipios o alcaldías”, por lo que concluye que con estas dos victorias del PRI, “no hay nada escrito hasta el momento”.
Por su parte, Montero Bagatella afirma que el PRI ni está muerto ni revivió, sino que nunca se ha ido y, menos, a nivel regional. El catedrático anticipa que en las elecciones del 2021, Morena perderá fuerza en la Cámara de Diputados, aunque puntualiza que no se puede decir con certeza en qué medida perderá el lopezobradorismo espacios en el Congreso.
“No sabemos cuánto va a perder Morena, incluso antes de la pandemia ya podíamos ver que se desinfla este partido, pero ahora con la pandemia, la desaparición de fideicomisos, sin lugar a duda el Gobierno ha desgastado al Presidente, yo creo que podríamos esperar una caída importante”, menciona.
Precisó que las elecciones del 2021, tanto de legisladores como de gobernadores, tendrán resultados diferentes y espera que los ciudadanos voten dividido, en lo local y lo federal.
Considera que a pesar de que el PAN es el partido que más trabaja para ganar y consolidarse como una alternativa opositora, el PRI es el que se colocó como una opción moderada y no una radical. “A mí me parece que el ciudadano está viendo que votar por Morena o el PAN es votar por más conflictos” y ante esto, cree que el PRI buscará aprovechar esa oportunidad para ganar los espacios que va a perder Morena.
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