IRAPUATO. En 2023, el mundo enfrentará una crisis de seguridad alimentaria provocada por el conflicto entre Ucrania y Rusia, en donde algunos países padecerán la falta de granos, como el maíz, y otros incluso no tendrán fertilizantes para asegurar su alimentación, advirtió el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Manuel Villalobos Arámbula.
En entrevista con Organización Editorial Mexicana dijo que la política nacional agroalimentaria de México se anticipó a este escenario y por ello ahora toma más relevancia la apuesta de que el país sea autosuficiente tanto en la producción de sus alimentos que consume como en la generación de los insumos, como los fertilizantes.
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“Desde el punto de vista mundial es un problema muy serio, porque muchos países van a adolecer de granos y también de fertilizante para producirlos. Entonces vamos a tener un problema serio de seguridad alimentaria mundial para algunos países, principalmente africanos, algunos de Europa del Este y también para algunos asiáticos… Lo que hemos venido garantizando es que eso no impacte en México”, dijo el titular de la Sader.
Villalobos Arámbula señaló que el Gobierno federal adoptó el programa que tenía Guerrero, que pasó de dar recursos a los productores para adquirir fertilizante a entregarles el insumo directo. Y es que antes los agricultores no adquirían el insumo con el dinero transferido y la producción era cada vez más baja, pero ahora ese estado no sólo produce maíz para su autoconsumo, sino que incluso ya vende a otras entidades.
“Gracias a ese resultado, incrementamos la producción de maíz para los productores de autoconsumo de Guerrero. El estado siempre compraba maíz, particularmente a Sinaloa, ahora lo vende fuera. Gracias al programa se ha venido a hacer un importante aporte a la productividad de esos estados y el Presidente ha anunciado que el próximo año vamos a tener una cobertura nacional para asegurar nuestros propios alimentos”, abundó el funcionario federal.
Agregó que el programa de entrega de fertilizantes se ha enfocado en pequeños productores, es decir, aquellos que producen menos de tres hectáreas generalmente para autoconsumo. La idea es que no sólo aseguren que su cosecha cumpla ese objetivo, sino que sea más rentable y tengan excedente para venderlo.
Actualmente el programa Fertilizantes para el Bienestar beneficia a 700 mil productores de nueve estados y se estima que cuando tenga cobertura nacional sean dos millones de pequeños productores los que puedan acceder a este apoyo.
El secretario de Agricultura aseguró que México tendrá la capacidad de poder entregar los insumos a esos dos millones de productores pues han sido reactivadas las tres plantas de fertilizantes que hay en el país. Además de que serán importadas un millón de toneladas de sulfato de amonio para asegurar su producción.
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Víctor Villalobos aseguró que los apoyos también han sido para los grandes productores agroalimentarios del país, pues si bien ellos no entran en el programa de fertilizante gratuito, el Gobierno federal eliminó el impuesto para la importación de sulfato de amonio, por lo que ahora la tonelada de fertilizante les sale en no más de 10 mil pesos, cuando antes la adquirían entre 17 mil y 18 mil pesos.
“La verdad es que estamos rescatando una parte de la sociedad rural que no había recibido apoyos, entonces, como el presidente (Andrés Manuel López Obrador) lo ha dicho, tenemos programas sociales que están atendiendo a la familia rural de diferentes formas y ésta es una forma que no está siendo apoyada con dinero, sino con un insumo que les permite garantizar su alimentación”.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que al cierre del mes de julio la inflación general en México llegó hasta el 8.15 por ciento impulsada por los incrementos de precios de algunos alimentos básicos. Los productos con mayor alza en las últimas semanas fueron el huevo, la papa, la naranja, la cebolla y el tomate verde.
Los incrementos que han registrado en los últimos meses los alimentos y servicios básicos como la electricidad, que reportó en julio una tasa anualizada de 11.82 por ciento, han golpeado con mayor intensidad a los sectores pobres de México, señaló un reporte del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
López Obrador declaró a finales de julio que la presión inflacionaria podría mantenerse hasta finales de octubre y a partir de ese punto la tendencia podría cambiar de dirección y apuntar a la baja.
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