México llamó, ayer, desde la máxima tribuna de las Naciones Unidas, a combatir los crímenes de odio e ideas como el supremacismo blanco y urgió a frenar el avance del unilateralismo en el mundo.
En su discurso ante el pleno de la Asamblea General, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, aseguró que el gobierno que encabeza el Presidente, Andrés Manuel López Obrador, se adhiere “plenamente al multilateralismo” por considerarlo la vía más eficaz para resolver los problemas que enfrenta hoy el mundo
Además, manifestó su intención de participar más activamente en la protección del mismo, por ejemplo con su candidatura al Consejo de Seguridad de la ONU.
“Hay que contener tendencias unilateralistas que han ido aflorando por doquier”, dijo, y criticó en el ámbito Latinoamericano "medidas como el bloqueo a Cuba y la imposición de sanciones a países".
“Estamos conscientes de que la ONU y el multilateralismo deben ser fortalecidos y son el hogar de las mejores causas del mundo”, agregó Ebrard ante los representantes de 193 naciones, incluida Kelly Craft, embajadora de Estados Unidos en la ONU, cuyo presidente, Donald Trump, se ha caracterizado por impulsar el unilateralismo.
En su intervención, que incluyó un poema de Nezahualcóyotl, el responsable de la diplomacia mexicana hizo una amplia presentación sobre las metas del Gobierno de López Obrador, tanto dentro como fuera del país.
Entre otras cosas, hizo referencia a la matanza de hispanos del pasado 3 de agosto en El Paso, Texas,-que dejó 22 muertos, entre ellos ocho mexicanos- y a su conexión con la de masacre de Christchurch (Nueva Zelanda), donde medio centenar de personas fueron asesinadas en dos mezquitas.
"Tenemos que tomar conciencia de que el supremacismo blanco, las ideas del reemplazo de las civilizaciones, están ya teniendo una conexión muy evidente", apuntó el canciller, que pidió "sumar esfuerzos para hacerle frente".
Según Ebrard, no solo se trata de prevención, sino de "dar de frente la batalla cultural, la batalla civilizatoria, para impedir que sigan expandiéndose estas ideas que ponen en tela de juicio el basamento mismo de la convivencia".
En ese sentido, avanzó que México va a participar muy activamente en iniciativas para "hacerle frente a esta amenaza" que ataca "la existencia misma de las democracias con las cuales estamos comprometidos todos los integrantes de las Naciones Unidas".
Sobre los flujos migratorios, Ebrard dijo que México quiere participar en la promoción de soluciones, desde una de las regiones con mayor movimiento de población, y consideró que las medidas coercitivas para combatir la migración ilegal no serán exitosas. "En el caso de la migración pensamos que las medidas coercitivas no tienen horizonte de éxito, pensamos que la migración debe ser una opción, no debe ser forzada por la inseguridad o principalmente por la pobreza", explicó.