Porfirio Muñoz Ledo, expresidente del PRI y del PRD, anticipa la debacle de ambos partidos: del tricolor, afirma que en tres años será un partido para el museo; y del Sol Azteca, que dará su última y gran batalla en la Ciudad de México
El PAN, en contraste, se perfila para encabezar la oposición una vez que gane Andrés Manuel López Obrador la Presidencia; de acuerdo con el candidato al Senado por la vía plurinominal, el PRI tendrá la dura decisión de aliarse con el PAN para conformar no lo que antes se consideraba como el PRIAN, sino ahora el PANRI, ya que el PAN tendría muchos más votos que el tricolor.
A menos de un mes de los comicios presidenciales, Muñoz Ledo se muestra confiado en que la Presidencia de la República ya nadie se la arrebata a Andrés Manuel López Obrador, dice, sería un escándalo mundial; ahora su principal preocupación es ganar la mayoría en el Congreso y han planteado ante el INE detener el presunto flujo de recursos federales a las campañas que intentan regatear los lugares en las cámaras.
El también excandidato presidencial por el PARM en el año 2000, negó que el tabasqueño tenga un roce con los empresarios; lo calificó como una pequeña conspiración de un grupo reaccionario, que fue descubierta, “Y las conspiraciones, cuando se descubren, se evaporan, es como el juego de las escondidas”. Muñoz Ledo recibió a El Sol de México en su casa, en su despacho, escoltado por una figura de José María Morelos y Pavón empuñando una espada sobre su escritorio.
Se toma su tiempo para iniciar la conversación, porque, advierte, una vez que inicia es como una cascada.
¿Cómo ha visto el desarrollo de las instituciones electorales en este proceso?
-Son elecciones concurrentes, las más complejas de la historia de México. Sabemos que la tarea de las autoridades electorales es inmensa. No lo ignoramos, pero tiene que ejercer su autoridad. (...)Si el INE va a ejercer su función, por ejemplo, en materia de programas sociales, o en materia de límites excesivos de gastos de campaña, que lo ejerza para todas las elecciones. O qué, va a poner una cajita, como si fueran urnas, para unas y para otras. El dinero llega para todas. Por ejemplo, si el PRI quiere apoyar a X gobernador y establecer una retaguardia territorial que es lo que están haciendo, el PRI está trabajando con dos objetivos: tener retaguardias territoriales, porque va a ganar de manera aplastante López Obrador, ellos mantener sus gubernaturas y segunda, evitar por la misma vía, que nosotros obtengamos mayoría en la Cámara de Diputados.
¿Contemplan todavía alguna maniobra con la que le pudieran sacar de la bolsa la victoria a López Obrador?
-No, imposible. No, al contrario. No es así. Digo, si pudieran hacerlo, lo harían, pero no pueden. Además, como dice Andrés, soltarían al tigrey todo el zoológico. La gente no lo va a aceptar, sería un escándalo mundial. Sería el fin de la democracia en México, de la poca que hemos tenido. Eso es impensable. Ellos saben que no le pueden ganar, porque no se pueden remontar a alguien que tiene 52 (por ciento de preferencia en las encuestas).
(…) Lo que quieren es restarle autoridad, ellos no quieren que nosotros ganemos la mayoría en el Congreso, para poder oponerse ellos juntos en el Congreso.
¿Qué va a pasar con el espectro político en México después de las alianzas electorales que hemos visto PT-PES, PANPRD?
-Obviamente hay muchas alternativas, pero cuáles son las tendencias: El PRD va prácticamente a desaparecer. Esta última alianza sin principios con el PAN ya lo desdibuja a un nivel terrible. Va a dar su gran y última batalla en la Ciudad de México.
El PAN va a querer ser la cabeza de la oposición en el Congreso porque va a tener más votos que el PRI, sí, muchos más. El PRI se sumaría al PAN. Este ya no va a ser el PRIAN, va a ser el PANRI, porque va a ser el doble el tamaño el voto del PAN que del PRI. Si nosotros paramos todas estas transferencias y delitos, que fundamentalmente las hace el gobierno hacia los estados, si realmente el INE los para, no hay posibilidades de que el PRI crezca.
¿Cuál es el destino del PAN? Ser líder de la oposición. ¿Qué va a hacer el PRI? Es una decisión muy grave: es un partido histórico que nació originalmente de la Revolución Mexicana, que tiene hoy la Presidencia de la República. ¿El PRI va a sujetarse del PAN en lo político? En lo económico ya sabemos que piensan prácticamente igual, y esto viene desde el 88, que se juntaron contra nosotros. Si el PRI se junta con el PAN, el PRI desaparece.
¿En cuánto tiempo?, no lo sé. Pero va de picada. Se van a ir agotando sus gobernadores, van a ir perdiendo. En un periodo de tres años, el PRI va a ser mínimo. Va a ser un partido para el museo.
¿Cómo ha visto la evolución de López Obrador a través de los años, es el mismo que en 2012, que como jefe de gobierno en 2000?
-Normal en un dirigente. En este momento Andrés ya tiene que actuar como Presidente de México, no está actuando como candidato. (…) Fue presidente del PRD, Andrés, era muy bravo pero posicionó al PRD, evitó la corrupción del PRD, en lo posible. Pero luego, cómo lo puedes comparar cuando gobernó la Ciudad de México, ahí tiene que actuar como Jefe de Gobierno.
(...) Mira esta foto (muestra una imagen en blanco y negro en la que aparecen él y Cuauhtémoc Cárdenas, jóvenes con el zócalo lleno de gente y Palacio Nacional al fondo). Somos Cuauhtémoc y yo, ¿somos iguales? No. Bueno, uno madura, hay un proceso de maduración, eso lo da la experiencia, y también las derrotas.
¿Hemos visto a un Andrés Manuel mucho más conciliador?
-Si no, no llega a la Presidencia, la tercera es la vencida. Si de todas maneras se va a tener que entender con ellos cuando sea Presidente, pues la lógica para lograrlo es muy simple: si me voy a entender con ellos, de una vez los voy jalando.
¿Ha tenido un roce fuerte con el sector empresarial?
-No el sector empresarial. Con una parte y no los más ricos. Ahí no está metido Carlos Slim, por ejemplo, ni (Alfredo) Harp Helú. No, no por favor. Los grandes empresarios de México no están ahí. Son los segundones, son profundamente reaccionarios.
Es más, empresarios somos todos. Es un sector ultrareaccionario, de la derecha mexicana, los que están coerciendo el voto, además. Por eso el INE tiene que ser más preciso, tiene que mandarles una señal, por nombre.
No hay roce, fue una pequeña conspiración que no iba a ninguna parte. Ellos querían influir para que el PRI y el PAN se juntaran y ninguno de los dos les hicieron caso. Y las conspiraciones, cuando se descubren, se evaporan, es como el juego de las escondidas.
Si López Obrador gana las elecciones, tendrá que lidiar con empresarios y los partidos a los que venció, ¿cómo será esa relación?
-En este periodo (del 1 de julio al 1 de diciembre), resulta fantástico porque Andrés Manuel tiene todo el tiempo para hablar uno por uno. Es decir, cuando llegue a la Presidencia, cuando se ponga la banda, ya habrá planchado muchos problemas, por eso está diciendo que no habrá dos presidencias paralelas, recordando, con mucha astucia y perspicacia que eso pasaba en el viejo régimen. (…)
Ahora no, públicamente, de manera sistemática, puede ir hablando y negociando con todos los grupos. Y bueno, algunos los ganará, otros no.
¿Cuáles deberían ser las primeras acciones de gobierno de Andrés Manuel?
-El caso de López Obrador, yo lo veo como proyecto de reformas constitucionales. A ver si tiene mayoría en el Congreso, para eso necesita dos tercios del Congreso de la Unión y la mayoría de los congresos de los estados. La más importante, sin duda es la petrolera, ¿cómo le hacemos?
Vamos a tener que ir a consulta popular. Lo más importante es concretar en reformas aquello que quiere hacer y desde luego, una serie de actos mediáticos.
De llegar, Porfirio, a una curul en el Senado por la vía plurinominal, ¿cuál será su papel en esta etapa?, ¿cuál será su agenda legislativa?
-No se podrá (cambiar la Constitución) en el corto plazo, pero se pueden poner las bases. Se tiene que abrir el debate. Yo estoy preparando una agenda legislativa. Lo fundamental en este momento, es ganar la mayoría en el Congreso. Estamos calculando que vamos a tener entre 240 y 270 diputados. Con las últimas cifras, el equipo está analizándolas, podemos llegar a 280; entonces ya tenemos la mayoría. Lo más importante es ganar la mayoría en el Congreso. Por eso la insistencia de Andrés Manuel: voten parejo.