Este es el decálogo de Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez para impedir la centralización del poder

El diputado Muñoz Ledo se opone a la concentración de poder que realiza el presidente Andrés Manuel López Obrador

Rafael Ramírez | El Sol de México

  · martes 18 de mayo de 2021

Foto: Laura Lovera

El diputado morenista Porfirio Muñoz Ledo y la maestra Ifigenia Martínez, líderes fundadores del Frente Democrático Nacional de 1988 —que encabezó Cuahutemoc Cárdenas Solorzano—, publicaron un decálogo para convocar a un diálogo incluyente sobre el futuro del país.

Da acuerdo con el diputado Muñoz Ledo, quien se opone a la concentración de poder que realiza el presidente Andrés Manuel López Obrador, el llamado que realiza junto con la maestra Martínez se trata de un proyecto “incluyente sobre el futuro de la República que impida una mayor centralización del poder y respete tanto la división de poderes, como el federalismo y los órganos constitucionales autónomos”.

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El legislador había anunciado que lanzaría la convocatoria de un nuevo Movimiento por la República, llamado también “Defensa de la Constitución y de la Dignidad”, para defender a la Constitución y los organismos autónomos a principios de este mes; sin embargo, decidió posponer este proyecto hasta el mes de junio, después del periodo electoral, pero aclaró que poco a poco daría información.

Al emitir este llamado para defender la democracia y detener la polarización del país, ambas figuras de la izquierda mexicana presentaron este decálogo que puntualiza los ejes temáticos de su convocatoria para un diálogo incluyente sobre la República.

Ambos políticos indican que “el movimiento por la República es fruto de reflexiones compartidas sobre el futuro del país” y subrayan que no pretende convertirse en un partido político ni suplantar a los existentes.

Asimismo, destacan que aspira a “reflejar el estado de la conciencia ciudadana que exige un cambio democrático profundo por la vía pacífica e institucional”.

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En este sentido, puntualizan que “durante la segunda parte del periodo presidencial de Andrés Manuel López Obrador debiera consumarse el movimiento libertario que iniciamos en 1988” y que se definirá además el futuro del país para el Siglo XXI.

Sin embargo, advierten que hoy estamos viviendo tiempos cruciales de la historia de México y por ello “estamos obligados a proponer ideas claras y objetivos asequibles para la renovación del proyecto de nacional”.

De esta manera plantean 10 propuestas para iniciar este diálogo:

1.- Respecto al principio y práctica de la división de poderes. El fin de la supeditación de la Cámara del Congreso a las imposiciones del Ejecutivo en detrimento de las iniciativas independientes aunque provengan legisladores del mismo partido.

2.- Respecto del sistema federal y municipal que define a la República desde 1824. Alto a las tendencias centralistas encarnadas en “superdelegados” omnímodos. Convocatoria a una quinta convención nacional fiscal que retribuya los ingresos públicos entre los órdenes de gobierno.

3.- Respeto escrupuloso a la independencia del Poder Judicial. Abstención absoluta de defender a la judicatura por sus decisiones y de hacer llamados a violentar el texto constitucional en lo que se refiere a la duración del mandato del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

4.- Respeto a los órganos constitucionales autónomos como fruto de nuestras luchas históricas por la democracia, así como su papel irrenunciable de limitar el poder absoluto. Propuestas de reformas constitucionales para fortalecer y actualizar esas instituciones.

5.- Respecto a la sociedad civil y a sus organizaciones. Libertad de las personas para inventar, crear, disentir y autodeterminarse. Acceso universal a la cultura como vínculo integrador. La ciencia como rectora del conocimiento. Cese a la intolerancia y descalificación de los ciudadanos libres.

6.- Respeto a los compromisos con los derechos inalienables de los pueblos originarios y las comunidades indígenas, a sus culturas, lenguas, tierras, territorios y recursos. Estricto cumplimiento de nuestros deberes solidarios con los trabajadores formales e informales del campo y la ciudades. Libre circulación de las personas por el territorio nacional y protección a los refugiados, cualquiera que sea su origen.

7.- Respeto a la pluralidad esencial del país, a la libertad de opinión crítica, creación, innovación y disenso. Abolición de la verdad oficial y apertura a un diálogo verdadero. Un gobierno que escuche a la sociedad.

8.- Respeto a la opinión informada sobre la situación económica y social del país: nuestra realidad objetiva en materia de crecimiento, inversión, empleo, salarios, distribución de la riqueza y capacidad efectiva de autodeterminación. Creación de un Consejo Económico y Social para acordar el desarrollo.

9.- Respeto a los esfuerzos nacionales por mantener actitudes independientes y ejercer facultades soberanas en un mundo globalizado. Edificación de una Política Exterior de Estado que coordinen los intereses legítimos del individual sector o regional en torno al interés supremo de la Nación.

10.- Respeto a la voluntad soberana de los ciudadanos mexicanos para determinar su forma de gobierno e instituciones públicas. Una gran nación como la nuestra, no debe ser secuestrada por caudillismo alguno que nos despojaría de nuestros derechos humanos y políticos.

Finalmente, concluyen que polarizar al país no debe ser sinónimo de paralizarlo y proponen que se debe concertar para poder progresar. Mientras reiteran su invitación para recibir ideas al respecto.